Estás en el tráfico urbano. Lo de siempre. Primera, segunda… punto muerto. A esperar a que ese maldito semáforo se ponga verde, mientras tienes que aburrirte… hasta que pasa una vendedora ambulante. No, no te va a ofrecer pañuelos, ni lavarte el parabrisas, ni tabaco, ni preservativos… ¡oh, espera!
Se acerca una mujer de muy buen ver, échale que entre 20 y 30, vestida de cintura para abajo, con su torso y pechos desnudos decorados con el emblema de una marca de refrescos. Te hace amago de que bajes la ventanilla y te ofrece una muestra.
En lo último que pensarías seguramente es en preguntar por el precio, si es que lo tiene, no veo a la chica con ningún utensilio para recaudar.
Pues así se las gastan en la Europa eslava. En la República Checa y Eslovaquia, la Kofola es el refresco popular que rivaliza directamente con Coca-Cola y Pepsi. Con esta estrategia de marketing agresivo logran la cata del público masculino de forma sencilla y directa. Ya sabeis lo que dicen, que tiran más dos tetas que dos carretas, los daneses también han probado este método para hacer respetar los 50 Km/h en zona urbana.
Como podeis ver, la campaña publicitaria goza de la aceptación del público sin malos modales ni reproches a las empleadas. Os dejaría enlaces a las webs de Kofola, pero me temo que el checo y el eslovaco no son vuestros fuertes, y qué leches, el mío tampoco, sólo sé pronunciar 2 paradas del metro de Praga. Pero en la Wikipedia de habla inglesa hay un artículo al respecto.
Ahora la pregunta del millón, si te pasa eso en un semáforo, ¿bajarías la ventanilla? Ahora lo retorceré más, ¿y si está tu chica/novia/proyecto de amiga/mujer en el asiento del copiloto? Sinceridad, por favor.
Agradecedle a Xal el aviso.
Fuente | Yonkis
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