Pasada la resaca del puente, el #novullpagar, y el destino de la liga de fútbol nos toca volver a hablar de temas importantes. Esperanza Aguirre ha lanzado un globo zepelín sonda, y es realmente preocupante. La Comunidad de Madrid tiene varias autovías de su titularidad, como la M-45, la M-501, M-500, M-607, etc.
En una entrevista concedida a ABC, la presidenta ha dicho que “no podemos pagar su mantenimiento” (sic), y que se van a implantar peajes “pequeños” para sufragar esos costes. Ha cifrado en 30 millones de euros al año dicho coste. Se trataría de un repago, ya que los madrileños ya las financian con sus impuestos.
Dicho de otra forma, aquellos que las usen, pagarán por partida doble, por vía impositiva y por utilización. Desconocemos los términos en los que se aplicará este peaje. La mayoría de estas vías tienen una alternativa por vía convencional, y me temo que pasarán a colapsarse.
Para quien no haya vivido nunca en Madrid, decirle que con el intenso tráfico que hay siempre, incentivar a los conductores a saturar otras vías puede provocar serios problemas. Por ejemplo, la M-40 (estatal) se saturará más, y también está la alternativa de la M-50, con peaje en sombra de titularidad también estatal.
Habiendo tantas alternativas, esta medida tendrá una eficacia muy dudosa, y en mi opinión va a provocar más problemas de los que se piensan solucionar. Por ejemplo, la M-503 (Aravaca – Villanueva de la Cañada, imagen superior), de volverse de pago, inflará de atascos todas las alternativas gratuitas.
Se lleva hablando rato largo del tema del copago repago en el uso de carreteras gratuitas, y Portugal es el ejemplo a seguir, donde casi todas las autovías ahora son de pago. Las consecuencias las puede cotejar quien quiera, una bestial reducción de tráfico que no se ha volatilizado, sino que se ha desplazado a otras carreteras.
Fuente | ABC
