Cuando estamos mirando coches para comprar uno nuevo, a menudo descartamos los modelos más grandes por los muchos mitos asociados a su tamaño: difíciles de manejar, alto consumo, impuestos y seguros más elevados… Todo para terminar preguntándonos: "¿Realmente necesito un coche tan grande?". Lo cierto es que en muchos casos, el problema no son las mayores dimensiones del vehículo, sino un mal diseño o un motor poco eficiente.
Pero si escogemos el coche adecuado, le damos una oportunidad y lo probamos, podemos vivir toda una revelación: un SUV grande puede ser más cómodo, práctico y eficiente que uno más pequeño. Y ojo, porque corremos el riesgo de enamorarnos de sus indudables ventajas, y que no queramos (ni nosotros ni nuestra familia) otra cosa. Es lo que me ocurrió cuando conocí de primera mano el nuevo Peugeot 5008, el más grande de los SUV de la marca del león.
Diseño atrevido y elegante que enamora a primera vista
Vamos por lo primero que llama la atención en la toma de contacto: su diseño. Y es que los grandes coches familiares tienen la fama de pecar de diseños funcionales, que priorizan la habitabilidad interior, y definitivamente aburridos. Por suerte, los fabricantes han aprendido a cuidar ese aspecto, y en 2016 Peugeot supo adaptar su exitoso diseño felino al hasta entonces monovolumen 5008, transformándolo en un audaz SUV.
El Peugeot 5008 que tenemos actualmente entre manos, de tercera generación y presentado hace apenas unos meses, ve acentuados aún más los rasgos “felinos” que caracterizan a la marca. Las líneas de acento son más musculosas y robustas, pero para nada se percibe visualmente pesado. Sorprendente el juego de colores en la carrocería, pues aunque es 15 centímetros más largo que su predecesor (llegando a los 4,79 metros), no se ve tan “alargado” y sí más proporcionado.
De frente, con una parrilla que crece en tamaño y una firma lumínica que gana en “garras”, el nuevo 5008 incrementa aún más su efecto wow y se vuelve más reconocible incluso en la distancia. En la parte trasera no faltan tampoco las “garras”, aunque ahora están integradas en un módulo horizontal más delgado y ligero visualmente. En general, es un crossover que se muestra atrevido pero tremendamente elegante, como el transfer personal de una estrella del rap o un jugador de fútbol.
Interior como ponerte a los mandos de una nave espacial
Ese aspecto tan premium se transforma en sensaciones palpables cuando nos montamos en el nuevo Peugeot 5008. Como conductor, la experiencia es como ponerse a los mandos de una pequeña nave espacial, con el Peugeot i-Cockpit en todo su esplendor. Destaca la pantalla de 21” en formato ultra panorámico y curvada hacia nosotros, con un ingenioso soporte trasero que hace que nos parezca estar flotando frente a nosotros.
Con la pantalla, el volante cuadrado ya prototípico de Peugeot, los i-Toggles digitales a la derecha, y la curiosa forma de la botonera central, la impresión que nos da es como estar en un puente de mandos espacial, con infinidad de controles pero todo a mano y ordenado de forma lógica.
Este derroche tecnológico contrasta con el tacto premium y lujoso, como de deportivo clásico, que ofrecen los acabados en negro piano, el tejido jaspeado con pespuntes a contraste o los insertos de aluminio (en la versión GT). El acogedor y confortable asiento de enormes orejas completan la sensación de ergonomía envolvente, y con la iluminación ambiental indirecta, ofrecen una experiencia como de lounge de hotel de cinco estrellas.
Hasta 7 plazas de máximo confort, incluso para adultos
Aunque donde realmente saca pecho este nuevo Peugeot 5008 es en las plazas traseras (tanto los de la segunda como la tercera fila). Y es todo un problema, porque tu familia ya no querrá conformarse con menos. Esta tercera generación es 15 centímetros más larga y con 6 centímetros más de batalla con respecto al anterior 5008, y aunque parezca poco, en la práctica se nota.
Los pasajeros de la segunda fila pueden disfrutar de mucho espacio, gracias al mayor espacio con la primera fila y al suelo totalmente plano. También en la plaza central, algo más estrecha, pero con espacio para colocar los pies gracias a la ausencia de túnel central. Los asientos son muy configurables, pueden desplazarse de adelante hacia atrás unos 15 centímetros, y hacer el respaldo más recto o reclinado.
Y ojo con la tercera fila de asientos, que en otros modelos quedaría relegada para los niños más pequeños, pero que en este nuevo Peugeot 5008 ofrece dos plazas completamente aptas para adultos incluso en trayectos largos. Cuentan con una buena distancia para las piernas (recuerda, la segunda fila puede desplazarse) e incluso hay espacio para colar los pies bajo los asientos de delante.
Los asientos de esta tercera fila cuentan con una altura ligeramente superior al resto, lo que da una sensación como de “palco” con visión más directa. El acceso a estas plazas también es muy cómodo, con un sistema “Easy Access” que desplaza y levanta los asientos de la segunda fila al máximo para dejar el espacio de paso suficiente.
Hasta 2.232 litros de almacenamiento a la medida de tus necesidades
Lo cierto es que los ingenieros del Peugeot 5008 han hecho un trabajazo con la modularidad de los asientos, lo que también se ve reflejado en las diferentes capacidades de almacenamiento. Y es que el enorme SUV de Peugeot no es solo un coche para las grandes familias, sino también para aquellos que necesitan mucho espacio de almacenamiento, como profesionales, deportistas natos o viajeros empedernidos.
El SUV ya parte de los muy respetables 348 litros de maletero con las 7 plazas habilitadas, que pueden ampliarse a los 916 litros sin la tercera fila y hasta 2232 litros sin la segunda fila (1815 litros en la versión eléctrica). Todos los asientos quedan planos y a ras del maletero cuando se abaten, pudiéndolo hacer además de forma parcial, según nuestras necesidades: 50/50 en la tercera fila, y 40/20/40 en la segunda. Incluso el asiento de acompañante de la primera fila puede abatirse para acoger objetos especialmente largos.
El maletero en sí mismo es un ejemplo de modularidad, pues el piso puede colocarse a dos niveles e incluso retirarse para descubrir un doble fondo e incluso un cajón deslizable bajo los asientos de la tercera fila, y que es ideal para guardar los cables de carga (en el caso de las versiones enchufables). En la versión GT, el portón es eléctrico y puede abrirse pasando el pie por debajo, lo que termina de redondear una experiencia de carga que, una vez que la probamos, ya no queremos renunciar a ella.
Electrificación a la carta y un auténtico placer de conducir
Y quedaría por saber cómo se comporta semejante obra de ingeniería sobre el asfalto, algo que va a depender obviamente del tipo de motorización escogido. Y es que, gracias al uso de la versátil plataforma STLA Medium, el nuevo Peugeot 5008 cuenta con uno de los abanicos de versiones más amplios del mercado, todos ellos eso sí ya electrificados.
La versión más “conservadora” es el Peugeot 5008 Hybrid de 136 CV, que ya supone ahorrar entre un 20% y un 30% de combustible y que puede circular más del 50% del tiempo en ciudad en modo eléctrico. Para un uso más intensivo, el enchufable Peugeot 5008 Plug-in Hybrid de 195 CV ofrece un ridículo consumo combinado de 1 litro/100 km y una autonomía 100% eléctrica de hasta 82 km.
Para quien quiera una experiencia puramente eléctrica, la marca ha lanzado 3 versiones del Peugeot E-5008 que responden a perfiles de conductor diferentes: una de 210 CV y 502 km de autonomía, pensado para un uso más urbano y periurbano; una de 230 CV y nada menos que 668 km homologados, para viajeros frecuentes; y una de tracción integral, con 320 CV y hasta 500 km de autonomía, para conductores más exigentes e ideal para entornos rurales y naturales, y que estará disponible en breve.
En todos ellos, el motor eléctrico arroja una enorme potencia y par motor, pero no de forma agresiva, sino suave, agradable y confortable. En ciudad no se siente torpe y voluminoso gracias a las cámaras de visión 360º y las numerosas ayudas a la conducción. En carretera, la conducción se antoja dinámica, ágil e incluso ligera, a pesar de su tamaño, y todos los que lo prueban coinciden en lo mismo: es un auténtico placer de conducir.
Así que ya sabes, si estás considerando comprar coche nuevo, no descartes a los SUV de gran tamaño porque tienen un infinito mundo de oportunidades que ofrecer. Y por supuesto, si pasas por un concesionario de la marca francesa, no dudes en probar el nuevo Peugeot 5008. Pero ya sabes, corres el riesgo de enamorarte en el primer kilómetro.