Desde el pasado miércoles, Londres tiene un nuevo servicio de car sharing llamado ViaVan. Viene de la mano de la asociación entre Mercedes-Benz y la start-up estadounidense Via, y ya está disponible en la almendra central londinense (zonas uno y dos) y con precio inicial de 3 libras (3,44 euros). Claro que para conseguir la licencia, no lo han tenido nada fácil.
Nueva York, entre interrogaciones
Este sistema, que se estrenó en Ámsterdam hace unas semanas y que prevé desembarcar en Berlín pronto, ha conseguido el permiso de las autoridades londinenses para comenzar a operar allí tras un año de espera y multitud de trámites.
El funcionamiento de este servicio sigue el mismo modelo que otras aplicaciones: se solicita un vehículo compartido a través de la app y el usuario ha de acudir a una 'parada' para poder acceder; los pasajeros que ya viajan en él no se desviarán de su ruta y promete ser el modo de transporte más económico de Europa. La compañía ofrece "atractivas condiciones a los conductores" y un sistema de compensación.
Ahora que Uber y Taxify perdieron sus licencias en Londres el pasado septiembre, este nuevo servicio puede tener éxito, aunque compartirá mercado con otras nuevas app como la rusa Wheely, que tiene ya 150 conductores autónomos en Londres.
Sin embargo, la sombra de los impuestos amenaza su llegada a ciudades con tanto potencial como es Nueva York. Según comunica la empresa, los líderes del estado de Nueva York quieren imponer un impuesto adicional a los servicios de viajes compartidos como Via, "que ya pagan un 8,9% de impuestos en cada viaje", afirman.
Albany is considering a bill that will raise the cost of your Via.
— Via (@ridewithvia) 28 de marzo de 2018
Sign our petition to tell @NYGovCuomo, Majority Leader Flanagan, @CarlHeastie, and @JeffKleinNY – NO TAX ON SHARED RIDES!
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Así, hacen un llamamiento a los ciudadanos para que llamen a sus representantes locales y traten de convencerles de que el transporte compartido es la solución a las congestionadas calles de las ciudades.