Volkswagen no se resigna a ver como su imagen de marca queda tocada por el caso de las emisiones en Estados Unidos. El fabricante ha lanzado un comunicado en el que asegura estar "trabajando a toda velocidad para aclarar las irregularidades sobre un software específico utilizado en motores diésel", a la vez que confirma que "los vehículos nuevos del Grupo Volkswagen con motores diésel Euro 6 cumplen con los requisitos legales y los estándares medioambientales".
También explica que las investigaciones llevadas a cabo hasta la fecha revelan que el software en cuestión "también se instala en otros vehículos del Grupo Volkswagen con motores diésel", pero "para la mayoría de estos motores el software no tiene ningún efecto". Con esta declaración, la central de Volkswagen se adelanta a las investigaciones que anunció ayer el gobierno alemán, en un claro intento de apaciguar el ánimo de los consumidores, a diferencia de lo sucedido en América.
También detalla Volkswagen en su comunicado la serie controlada por el software: se trata de 189 tipos de motor EA, lo que se traduce en 11 millones de vehículos en todo el mundo. Esto originará una llamada a revisión masiva, para la que Volkswagen planea una provisión de 6.500 millones de euros, que se cargarán sobre el balance del tercer trimestre del año fiscal.
Desde Wolfsburgo, el gigante automovilístico alemán remata su comunicado de manera firme:
Volkswagen no tolera ningún tipo de violación de las leyes de ningún tipo. Es y sigue siendo la principal prioridad de la Junta Directiva recuperar la confianza perdida y evitar daños a nuestros clientes. El Grupo informará al público sobre el futuro avance de las investigaciones de manera constante y transparente.
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