Cuando uno hace todo lo contrario a los demás, existe la posibilidad de que esté en la senda correcta. Tesla está poniendo patas arriba la industria del automóvil, empezaron vendiendo Lotus tuneados y ahora hacen un anuncio que dejará a más de uno con el culo torcido. Han liberado todas sus patentes, entiéndase que otro no podrá volver a patentarlas.
Tesla se une así al movimiento Open Source que ya ha puesto patas arriba el mundo de la informática, ¿os suena GNU Linux de algo? El objetivo es fomentar el avance tecnológico, suyo y de la competencia, en favor de la movilidad sostenible, dejando atrás una mentalidad digna del Siglo XIX.
Pero Elon Musk, el CEO de Tesla, no es imbécil. Pueden verse beneficiados si los competidores acuden a ellos para que les fabriquen baterías en su próxima "gigafactoría", que por economía de escala ofrecerá unos precios reducidos. Eso posibilitará ofrecer coches eléctricos más económicos al gran público.
De la misma forma, se podrán usar sus patentes de buena fe, pero no clonar sus coches enteros. El fabricante posee docenas de patentes, principalmente en sistemas eléctricos y diseño de estructuras. Es un movimiento muy audaz, que puede ser un éxito arrollador o su sentencia de muerte.
En esta industria lo más normal es que cuando alguien quiere la tecnología de otro, o le paga una licencia para usarla, o se busca la vida para clonar la tecnología con ingeniería inversa, espionaje industrial y otros métodos abyectos. Pero ¿ceder patentes de buena fe a cambio de nada? Parece digno de un monólogo de humor.
Ahora Tesla cree que haber protegido con sus patentes el que grandes fabricantes hagan lo mismo con su tecnología ha sido un error. Elon Musk quiere que los competidores hagan más eléctricos, porque la auténtica competencia es la aplastante mayoría de motores de combustión interna que salen todos los días a la calle.
En Motorpasión Futuro | Todas las patentes de Tesla "al alcance de quien las quiera usar"