La primera semana de 2023 comienza con el precio de la gasolina y del diésel en ascenso respecto al último mes de 2022, y las previsiones de cara al resto del mes no son muy alentadoras, ya que se espera que la subida en el precio de los carburantes sea peor y generalizada a media que vaya avanzando el mes. Al mismo tiempo, la brecha entre el precio del diésel y de la gasolina sigue estrechándose.
Si comparamos el precio medio de la gasolina 95 en la península del último lunes del año (26 de diciembre) cuando cifró un precio medio de 1,573 euros el litro, con los 1,617 que costaba ayer, encontramos que ya ha subido un 2,8 %. Atendiendo al mismo criterio, el litro de gasóleo A ha pasado de 1,649 a 1,685 euros el litro, subiendo un 2,2 %. Así, para el consumidor llenar un depósito de gasolina o diésel de unos 60 l de capacidad ya se ha encarecido unos 2,5 euros de media.
Pese a que el precio del barril brent no es el único indicador que condiciona el precio del carburante, nos sirve a modo de referencia, y desde que empezó la semana no ha dejado de subir: hoy se fija en 81,73 dólares, bajando ligeramente respecto a ayer. Por su parte, el barril de crudo West Texas Intermediate (WTI, referencia en EEUU) lleva dos semanas de subidas progresivas, aunque hoy también baja y cotiza a 76,02 dólares el barril,
Desde principios de diciembre de 2022, cuando entró en vigor el tope al precio del petróleo ruso mediante un acuerdo firmado por los 27 países de la Unión Europea, el G7 y Australia, el crudo ruso transportado por mar tiene un precio límite de 60 dólares por barril. Y desde entonces hemos visto cómo la referencia del precio del crudo ha ido cambiando, aunque para el consumidor europeo es una medida de alcance limitado, pues el petróleo ruso ya tenía un precio cercano al tope antes de aplicarse, con el barril de Ural (referencia rusa) cotizando en torno a los 58 dólares.
Además, en respuesta a esta medida, y con el objetivo de impulsar los precios, el pasado martes 27 de diciembre, Vladimir Putin firmó un decreto que prohíbe el suministro de crudo y productos petrolíferos derivados del mismo a las naciones que sigan esta medida a partir del 1 de febrero de 2023 y durante cinco meses. Eso es algo que en Europa no debería afectar en cuanto a suministro, aunque debido a la volatilidad del mercado del crudo, podría afectar tangencialmente al precio.
HOY | AYER | MÁXIMO | |
---|---|---|---|
GASOLINA 95 | 1,622 | 1,615 | 2,152 |
GASOLINA 98 | 1,794 | 1,787 | 2,311 |
GASÓLEO A | 1,688 | 1,684 | 2,106 |
GASÓLEO A+ | 1,786 | 1,783 | 2,199 |
GLP | 1,019 | 1,023 | 1,058 |
GNC | 1,817 | 1,818 | 3,339 |
Hoy la gasolina sin plomo de 95 ha vuelto a subir ya cuesta de media 1,622 euros el litro, mientras que el diésel ha subido también hasta los 1,688 euros el litro, quedando algo más reducida respecto a ayer la brecha entre ambos combustibles. Por su parte, la gasolina sin plomo de 98 ya tiene un precio de 1,794 euros el litro y el gasóleo A+ cuesta 1,786 euros el litro. El GLP es el único que baja ligeramente y se fija en 1,019 euros el litro de media, mientras que el GNC se fija en los 1,817 el litro.
Hemos de recordar que los precios medios que se muestran en la tabla corresponden a la Península y Baleares y no tienen aplicados los nuevos descuentos que ofrecen a sus clientes algunas gasolineras como Repsol, GALP, Cepsa, Shell o Disa para los primeros meses del año, ahora que ya no está vigente el descuento de los 20 céntimos del Gobierno.
Otras ayudas del Gobierno que sí se mantienen de cara a 2023 son el descuento del 30 % en los abonos del transporte público (en aquellas comunidades que ya lo bonifican), así como los abonos gratuitos en trenes de media distancia y Cercanías o autobuses de larga distancia. En definitiva, medidas que alivian el bolsillo de los usuarios mientras impulsan el uso de los medios de transporte público frente al privado (coche, moto etc.).
Para aquellos que no tienen otro remedio que coger el coche, recomendamos como siempre buscar la gasolinera más barata que tengamos cerca o en nuestra ruta. La diferencia entre llenar el depósito en la estación de servicio más económica de la península o en la más cara es considerable: según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica, puede llegar a ser de 68 céntimos menos en el caso de la gasolina y de 90 en el caso del diésel.