Nissan lleva meses intentando negociar con los sindicatos de la fábrica de Barcelona sobre el Plan de Competitividad que necesitaban para que la fabricación de un nuevo turismo en la factoria española fuese rentable. Después de muchos meses de intentos, finalmente hoy se ha hecho oficial que el nuevo modelo no se producirá allí.
¿Cómo se traduce esto? Pues en la no creación de 4.000 puestos de trabajo (1.000 directos y 3.000 indirectos) y la huída de los 130 millones de euros a otra fábrica del grupo dónde los sindicatos den menos problemas. Si señor, estamos como para renunciar a 4.000 puestos de trabajo.
Como ya explicamos en su momento, los sueldos parecían ser el principal problema para que las negociaciones avanzasen. Los sindicatos se quejaban de que eran bajos, mientras que Nissan asegura que son un 30% superiores a los de la media del sector.
Sea como fuere ese ya es un debate pasado, porque los 4.000 puestos de trabajo se crearán en otra fábrica del grupo, y todos los rumores apuntan a Francia.
Frank Torres, Consejero Director General de Nissan Motor Ibérica ha sido muy directo con sus palabras, dada la gravedad del asunto:
Esta situación deja a la Planta de Barcelona en una posición muy complicada, sin la competitividad necesaria para atraer nuevos modelos que reemplacen nuestros productos actuales cuando lleguen al final de su ciclo de vida
Como siempre hemos dicho, el acuerdo era esencial para los planes a largo plazo de estas instalaciones, especialmente dado el entorno de crisis actual. El resultado de no poder conseguir este nuevo vehículo es que no podremos crecer y, de hecho, nos enfrentaremos a un escenario de muerte lenta
Gritemos todos "¡Gracias sindicatos!"
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