Mañana, 30 de noviembre, arranca Madrid Central, el proyecto de restricción de tráfico más ambicioso que se haya llevado a cabo jamás en la capital de España. Sin embargo, no habrá multas para quienes no atiendan a los requisitos básicos que establece la nueva Ordenanza de Movilidad de Madrid. Y esto es así porque el plan de actuación de Madrid Central se estructura en varias fases.
En primer lugar habrá una fase informativa, que empieza mañana. El control de acceso a Madrid Central lo realizarán los agentes de Movilidad de forma manual, pidiendo a los conductores de los vehículos la documentación en cada caso, e informándoles de la nueva situación en la zona delimitada en el centro de Madrid.
El 9 de enero el control de acceso a Madrid Central será automático. El Ayuntamiento de Madrid ha querido evitar de esta manera que el estreno del control telemático de los vehículos coincida con la campaña de Navidad. El acceso se regulará utilizando las cámaras ubicadas en el perímetro de Madrid Central, que controlarán las matrículas de los vehículos. Los titulares de los vehículos no autorizados que accedan a Madrid Central recibirán entonces una carta informativa donde se les explicará cómo deben actuar.
En marzo de 2019 empezarán las multas de Madrid Central. Tras dos meses de prueba, los titulares de los vehículos no autorizados a circular por Madrid Central serán denunciados y sancionados por infracción leve si incumplen la Ordenanza de Movilidad. La cuantía de la sanción será de 90 euros, que podrá quedarse en 45 euros si se paga antes de 20 días naturales.
Según recoge El Mundo, hay discrepancias sobre las formas de actuar que debe tener la Policía Municipal de Madrid. Así lo han denunciado los sindicatos policiales CSIT-UP y APMU, que niegan haber recibido órdenes para actuar con la puesta en funcionamiento de Madrid Central. Por su parte, el Ayuntamiento ha explicado que Madrid Central es uno de los dispositivos contemplados en la nueva Ordenanza de Movilidad y se han ido formando de forma paulatina a los agentes en la misma, aunque por el momento serán los agentes de Movilidad, y no los agentes de la Policía Municipal, quienes informen a los conductores.
Tampoco ven clara la aplicación de Madrid Central en Automovilistas Europeos Asociados, que han recurrido el plan de actuación ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid por cuanto el Ayuntamiento de Madrid basa la restricción de tráfico en función de las etiquetas medioambientales de la DGT, aunque la Ordenanza de Movilidad establece que no será obligatorio llevar estas etiquetas en Madrid hasta el 23 de abril de 2019.
Una posibilidad: que Madrid Central se paralice y ni siquiera haya multas en marzo de 2019
Madrid Central tenía que haber entrado en vigor el pasado 1 de noviembre, pero la proximidad del Black Friday, celebrado el viernes 23, motivó un primer retraso, por razones comerciales. Luego llegó el recurso que el Gobierno de la Comunidad de Madrid interpuso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) contra esta actuación de la nueva Ordenanza de Movilidad.
El TSJM debía haber valorado este recurso entre ayer y hoy, pero ha decidido retrasar su dictamen al menos hasta la semana próxima para que el Ayuntamiento de Madrid tenga tiempo de aportar la documentación que considere oportuna ante la denuncia del Gobierno de la Comunidad. De esta forma, Madrid Central entra en marcha, pero sin un futuro claro.
Tal y como están las cosas, podría suceder que Madrid Central tuviera que paralizarse momentáneamente por vía judicial. Llegado el caso, y teniendo en cuenta que la restricción al tráfico es una pieza de un engranaje mucho mayor, que busca terminar con el incumplimiento de los niveles de emisiones establecidos por Bruselas en un marco aun más global, habría que ver si se pondría de nuevo en marcha, y si se mantendrían las fases anunciadas para Madrid Central.