El pasado 9 de julio el saturado espacio aéreo neoyorquino dio la bienvenida a un nuevo inquilino: Uber Copter. Se trata del primer servicio de la plataforma de viajes compartidos que abandona el asfalto para llevar a sus pasajeros en helicóptero, por el momento en una ruta de ocho minutos limitada entre Bajo Manhattan y el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy.
En un primer momento este servicio estaba reservado a los usuarios que son miembros Platino y Diamante, los dos niveles superiores del programa de fidelidad de la compañía, Uber Rewards. Ahora Uber lo ha abierto a todo aquel que tenga un iPhone.
Android, a la espera
De momento, los usuarios del sistema operativo Android van a tener que esperar para probar este caro sistema de transporte compartido, que implica pagar en torno a los 200 y 225 dólares por persona por un viaje de ocho minutos; un precio que fluctúa según la demanda.
Ride-hailing company Uber is taking to the air in New York City where users with a little cash to spare will soon be able to book helicopter flights to John F. Kennedy International airport through their apps pic.twitter.com/gqJJJtHkUJ
— Reuters Top News (@Reuters) October 3, 2019
Claro que a eso hay que añadir el desplazamiento al helipuerto.
Los helicópteros de Uber son propiedad y están operados por una compañía llamada HeliFlite Shares. El servicio está disponible de lunes a viernes de 1 a 6 de la tarde, y el único inconveniente que acarrea es que no podrás llevar contigo grandes maletas.
Pero la compañía californiana no es la única que ofrece vuelos compartidos en helicóptero entre el aeropuerto y las áreas urbanas: Blade Urban Air Mobility, por ejemplo, opera en los tres aeropuertos de Nueva York por un precio de 195 dólares por persona y trayecto.
Uber espera que esta propuesta allane el camino para su proyecto de taxis autónomos voladores, materializado en Uber Air, y que espera comenzar a operar en 2023 en Dallas, Los Ángeles y Melbourne.
No obstante, el tráfico aéreo dista de solucionar los estragos que causan a diario los atascos en la ciudad. Grupos como 'Stop the Chop' han presionado para limitar los vuelos en Nueva York, citando los impactos ambientales y de salud causados por los helicópteros, que contribuyen con más dióxido de carbono a la atmósfera que los automóviles.
De hecho, las quejas por ruido de helicópteros aumentaron de 1.039 en 2018 a 1.589 en los primeros ocho meses de 2019, según datos recogidos por USA Today.
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