Apple sigue inmerso en el desarrollo de su coche eléctrico, sin fecha de presentación. En cambio, su socio taiwanés, Foxconn, se le adelantó. El gigante de la electrónica, que fabrica los smartphones de Apple y semiconductores con los que inunda el planeta, ha presentado tres prototipos de vehículos eléctricos. Dos coches que utilizan el mismo chasis y un autobús conforman una gama embrionaria que va más allá de una simple declaración de intenciones.
Bajo la marca Foxtron, Foxconn pretende distribuirlos a partir del año que viene, primero en su país, luego en Asia y muy pronto en Estados Unidos (donde ha comprado la fábrica de Lordstown en Ohio por 230 millones de dólares), según la idea de "debemos producir cerca de los mercados donde se venderán los productos".
Foxconn ya ha invertido unos 310 millones de euros en el desarrollo de coches eléctricos en 2020 y sus esfuerzos seguirán aumentando en los próximos dos años.
El Presidente Liu dijo que el grupo "ha ido creando una cadena de suministro y una red de distribución de vehículos eléctricos", con casi una nueva asociación cada mes desde principios de año.
Y este es quizá su mayor reto, porque aunque los coches eléctricos son a priori más sencillos de crear, siguen necesitando grandes conocimientos en materia de chasis, de industrialización y de diseño. Tesla ha ido aprendiendo sobre la marcha, y aunque ahora ya está al nivel de otros fabricantes, le ha llevado sus años y le ha costado ventas.
Foxconn no quiere caer en esa trampa y por ello ha llegado a un acuerdo de colaboración con Pininfarina, el carrocero turinés despreciado por los grandes fabricantes, pero buscado con éxito por los nuevos dragones del automóvil. En el aspecto técnico, Foxconn, colabora con la empresa china Geely, dueña de Volvo, Lotus, smart y del 10 % del grupo Daimler, así como con Fisker (la marca, no el diseñador).
A nivel concreto, esto se traduce en que, por ejemplo, el Foxtron Model E, diseñado por Pininfarina, desarrolla 750 CV (559 kW) y alcanza los 100 km/h en 2,8 segundos y ofrece una autonomía de 750 kilómetros, según Pininfarina. Pero lo más llamativo no son tanto las prestaciones anunciadas sino lo que propone en realidad Foxconn.
De entrada, porque estos prototipos son diseños de referencia para los fabricantes de automóviles que quieran trabajar con Foxconn para entrar en el mercado de los vehículos eléctricos. Y cada fabricante aportará su propio diseño. El gigante taiwanés ya tiene varios acuerdos con fabricantes de automóviles, siendo el más importante el que lo vincula a Stellantis.
Fabricar coches como teléfonos Android
Con su plataforma MIH, anunciada como el "sistema Android de la industria del vehículo eléctrico", pretende convertirse en el rey del ensamblaje de vehículos eléctricos en el mundo. La idea es hacer que el coche eléctrico sea tan fácil de fabricar como un teléfono basado en Android y no como uno de Apple, con su sistema operativo único.
Al igual que en los teléfonos partiendo de un sistema operativo común, Android, cada fabricante monta y hace el smartphone que mejor le parezca, con Foxconn cada marca tendrá una base común y propondrá los coches que mejor le parezcan. Los grandes fabricantes seguirán atrapados con el equivalente de un iOS, su propia y única plataforma desarrollada expresamente para sus marcas, como la MEB de Volkswagen o la E-GMP de Hyundai.
Las ambiciones de Foxconn no son tímidas. Según el periódico Focus Taiwan, quiere hacerse con el 5% del mercado mundial de vehículos eléctricos de aquí a 2025. Esto debería generar unos ingresos equivalentes a 31.000 millones de euros. Para acompañar este desarrollo, tiene previsto abrir plantas de ensamblaje de vehículos eléctricos en todo el mundo, incluida una en Europa en 2024.
Foxconn no es el único fabricante de teléfonos móviles que quiere dar el salto al coche eléctrico. Xiaomi ha anunciado que su primer coche eléctrico llegará en 2024. Pero Foxconn quiere aplicar al automóvil eléctrico el mismo modelo de negocio que con los teléfonos móviles: una plataforma técnica común para todos y que cada marca la vista como quiera.
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