La semana que viene tendrá lugar una reunión entre la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo para determinar el objetivo de reducción de emisiones de CO₂ que deberán cumplir los camiones de cara a 2025 y 2030. A sazón de este encuentro, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha puesto de manifiesto las carencias que a día de hoy presenta la electromovilidad con el acento puesto en la falta de infraestructura.
Si bien, a diferencia de automóviles y furgonetas, aún no se ha llegado a un acuerdo formal en Europa en lo que respecta a los objetivos para camiones, a finales del pasado mes de diciembre se proponía una cifra inicial: una reducción del 15 % para 2025 y de un 30 % para 2030. Ya en ese momento, la patronal de fabricantes europeos calificó esta propuesta de "surrealista" considerando que estos objetivos eran demasiado ambiciosos.
Ahora, a pocos días de la reunión que tendrá lugar entre los diferentes organismos de la Unión Europea (UE), ACEA ha publicado unos datos que denuncian la falta de una infraestructura que haga posible la viabilidad de camiones de mecánica alternativa, tanto en lo que se refiere a eléctricos como de pila de combustible, así como los alimentados por gas natural (GNC, GNL).
Una infraestructura inexistente y sin plan a la vista
Según los fabricantes europeos, alcanzar los ambiciosos estándares propuestos por la UE, aún por determinar formalmente, sólo será posible "con una rápida y masiva captación en el mercado de camiones de cero y de bajas emisiones". Algo que pasa por contar con una infraestructura de carga que, a día de hoy y según denuncia ACEA, es inexistente además de señalar que no existe un plan definido por parte de Europa para su futura implantación.
Según las estimaciones de la patronal europea, las cuales califican de conservadoras, se necesitaría la instalación de al menos 6.000 puntos de recarga de alta potencia para camiones eléctricos (de más de 500 kW) y de unos 20.000 de carga regulares adecuados para vehículos pesados en la red de autopistas europeas con la vista puesta en 2025 y 2030.
A estas 26.000 electrolineras adecuadas para camiones, deberían sumarse estaciones de hidrogeno específicas para este tipo de vehículos, las cuales cifra ACEA en unas 1.000. Actualmente, según afirman los fabricantes, sólo ha 10 disponibles en toda la UE y ninguna es adecuada para camiones de largo recorrido.
Por otro lado, sí existen en algunos estados miembros estaciones de carga para camiones de gas natutal comprido (GNC) y licuado (GNL), pero su número no sólo es bastante reducido actualmente, sino que su distribución es muy desigual para dar amparo a la red de transporte de mercancías de larga distancia. En el caso de España y Portugal, según datos de Gasnam, la asociación ibérica de gas natural vehicular, las gasineras se cifran en 71 y 11 respectivamente.
Sí para automóviles, pero no para camiones
"El hecho impactante es que no hay un solo punto de carga pública para camiones de largo recorrido disponible hoy en día", ha declarado Erik Jonnaert, Secretario General de ACEA. "Es más, aún no existe un estándar para los enchufes de alta potencia requeridos".
Y es que, aunque sí que se están instalando puntos de carga de alta potencia para automóviles, no ocurre así con los camiones, ya que necesitan electrolineras específicas y no pueden hacer uso de esta infraestructura ya existente, precisamente porque demandan mayor energía y potencia que turismos y furgonetas.
De esta manera, la necesidad de implementar estas zonas de carga deberían incluirse tanto en estaciones de servicio, como en aparcamientos en zonas de descanso, para asumir la llegada de vehículos de transporte de larga distancia alternativos en las principales ruta de Europa.
Jonnaert ha querido dejar claro en este comunicado que ACEA "apoya completamente un acuerdo sobre los nuevos estándares de CO₂ para camiones", no obstante insta a los responsables europeos a que determinen unos objetivos que sean alcanzables en la práctica.
"Los objetivos deben establecerse en consecuencia, y deben ir acompañados de un plan de acción para implementar infraestructura específica para camiones en toda la UE. No se puede esperar que los clientes inviertan en camiones de potencia alternativa si no tienen la posibilidad de recargarlos o repostarlos", ultima.