Cuando una cadena se rompe es en el eslabón más débil. Uno de los sectores más perjudicados por el final del milagro económico español es el del transporte por carretera, que está ofreciendo unas cifras alarmantes. Para los novatos en economía, la salud de este sector está muy relacionada con la bonanza de un país.
Empecemos por las matriculaciones, comparando con enero de 2008 las ventas de camiones pesados cayeron un 72,2% el mes pasado, es la mayor caída de la Historia según ANFAC y GANVAM. No sólo eso, en sólo medio año han desaparecido 6.000 empresas de transportes y se calcula que el 40% de la flota española (unos 200.000 camiones) están parados. Así difícilmente van a animarse las ventas.
Necesitan trabajo, que les paguen sus deudas y que les concedan créditos, de lo contrario peligra el futuro de miles de profesionales y sus familias. Los camioneros ya se pusieron en pie de guerra el año pasado por la subida del gasóleo, ahora volverán a movilizarse.
Hay una convocatoria de paro indefinido para el día 27 de este mes, y se mantendrá a menos que haya un acuerdo con el Ministerio de Fomento. Solicitan que no caduquen las tarjetas de transporte al tener camiones parados en dos años, unas tarifas de mínimo cumplimiento y el cese de nuevas concesiones de transporte.
Por su parte, la CEOE solicita al gobierno que haya más ayudas para el achatarramiento de vehículos industriales viejos a cambio de ayudas en la compra de unidades nuevas. Los que peor llevan todo esto son aquellos autónomos que se metieron en el negocio del transporte y que ahora se ven en una situación extremadamente difícil. Se avecinan tiempos duros para ellos.
Fotografía | Javier Costas
Fuente | El Mundo, Finanzas.com