Como sabéis, el Partido Popular (PP) gobierna con mayoría absoluta tanto en el Congreso (cámara baja) como en el Senado (cámara alta). Pues bien, en el Senado se ha registrado una batería de medidas para reactivar el sector del automóvil y se debatirá pasadas las vacaciones. Es lo que se lleva pidiendo desde hace tiempo.
Las medidas son propuestas por un senador del PP por Valladolid. Pide la vuelta del Plan Renove, el objetivo es la renovación de coches muy viejos, ya no se habla de 10-12 años, sino de 20-25 años. La aplastante mayoría de esos coches ni tiene catalizador ni cumple normativas Euro, por no mencionar ABS, airbags, etc.
Las ayudas serían directas para quien comprase un coche nuevo y entregase para achatarramiento un coche muy antiguo. Se calcula que pronto el parque automovilístico tendrá, en su mayoría, más de 10 años de media. Esto es atajar el problema por la vía aritmética. Pero hay más, se quiere incentivar más la compra de coches eléctricos.
Actualmente se puede subvencionar, como mucho, con 6.000 euros a los que compren un coche eléctrico, y la exención máxima del impuesto de circulación (“numerito” o ITVM) no supera el 70%. El objetivo es eximir por completo del pago de dicho impuesto a sus dueños, y se quiere facilitar que proliferen más puntos de recarga.
La propuesta también habla de facilitar aún más la instalación de puntos de recarga, aunque la legislación actual solo exige informar a los vecinos del garaje colectivo, no se requiere su permiso. Por otra parte, se facilitará el acceso a los cascos históricos a este tipo de coches, normalmente zonas con circulación restringida.
Hablando de restricciones, la propuesta incluye endurecer las condiciones por las que un coche viejo puede seguir circulando. No hará eso que desaparezcan los históricos, que nadie se alarme. Todo esto será muy bonito si es aprobado, pero incluso siendo una propuesta que un senador del PP hace al PP, no tiene por qué prosperar.
El senador en cuestión es Alberto Gutiérrez Alberca, y está haciendo en parte de lobby porque en Valladolid se encuentra Renault (que fabrica el eléctrico Twizy entre otros), pero en Castilla y León se encuentran también las fábricas de Palencia (Renault), Valladolid (Iveco) y Ávila (Nissan).
Estas medidas irían en dirección contraria al IVA al 21% y la previsible subida de combustibles que espantará aún a más compradores. En 2013, si no se toman medidas, se podrían vender menos de 700.000 coches e incluso rozar los 600.000, una auténtica catástrofe que hará desaparecer muchos puntos de venta.
La única medida eficaz a corto plazo para invertir esa tendencia es o bien aliviar la presión fiscal sobre el automovilista, o bien incentivarle para comprar a cambio de ayudas. Este partido ha defendido las ayudas durante mucho tiempo, pero ahora con eso de la aushteridad™, se ha quedado en dique seco.
Fotografía | Enrique Dans (Flickr)
Fuente | La Razón