Tras el primer año de implantación de Madrid Central, la zona de bajas emisiones del distrito centro de la capital española, Madrid ha registrado los mejores índices de contaminación desde que se tienen datos. Así lo afirma un informe elaborado por Ecologistas en Acción, en base a los datos de 2019 recogidos por las 24 estaciones que miden la polución en la ciudad.
No obstante, el grupo ecologista ha advertido que los buenos resultados no han servido para que Madrid cumpla con los límites de gases contaminantes fijados desde la Unión Europea (UE), que la capital sigue superando por décimo año consecutivo.
Según el informe 'La calidad del aire en la ciudad de Madrid durante 2019' firmado por Ecologistas en Acción, que analiza los resultados del primer año completo con Madrid Central en activo, la mejoría se ha apreciado principalmente en los niveles de dióxido de nitrógeno (NO₂), que disminuyeron un 10 % en toda la ciudad y un 22 % en la zona de bajas emisiones.
Sin embargo, siguen existiendo puntos de negros de contaminación en el municipio, por lo que el organismo solicita "planes de lucha contra la contaminación más estrictos" que debieran "extenderse al conjunto de la ciudad".
Hay que recordar que, este verano, España fue denunciada por la Comisión Europea (CE) ante el Tribunal de Justicia europeo por incumplir sistemáticamente desde 2010 los límites fijados de dióxido de nitrógeno y con el intento fallido de supresión de Madrid Central por el actual gobierno municipal como detonante.
Reducción histórica de dióxido de nitrógeno
El análisis se centra en los datos recogidos por las 24 estaciones de la ciudad de Madrid durante 2019, donde se han registrado reducciones históricas de NO₂, aunque no así con otro agentes contaminantes, como partículas en suspensión y ozono troposférico, que han experimentado disminuciones menos apreciables.
En concreto, los valores de NO₂ han sido inferiores en 22 de las 24 estaciones en comparación al valor promedio entre 2010 y 2018. La máxima disminución, 10 µg/m³, se ha registrado en la estación de la Plaza del Carmen, la única ubicada dentro del perímetro de Madrid Central. Con 36 µg/m3 esta estación queda por primera vez por debajo del límite legal fijado desde Bruselas.
Asimismo, un total de 10 estaciones madrileñas han pasado de tener un valor medio anual superior al límite en el promedio de los últimos nueve años a estar por debajo del mismo, por lo que en su conjunto, Madrid ha registrado un 10 % menos en los niveles de esta gas contaminante. Todo en ello en base al límite anual que fija Directiva 2008/50/CE y que estipula que las emisiones medias no deben exceder de 40 µg/m³ al año .
De esta manera, y según los datos publicados por Ecologistas en Acción, del total de estaciones de la capital sólo dos superan el límite anual de NO₂, mientras que una, la de Plaza de España, lo fija justo en 40 µg/m³. Se quedan también cerca, con 39 µg/m³, dos estaciones: la de Ramón y Cajal y la de Villaverde.
En lo que respecta a partículas en suspensión (PM10), ninguna estación ha superado el límite legal, también fijado en 40 µg/m³, aunque dos de las 13 estaciones que realizan mediciones sobre las mismas han superado el valor recomendado por la OMS 20 µg/m³ y otras dos lo han igualado.
Asimismo, en relación al ozono troposférico, éste ha tenido niveles similares a años anteriores. Seis de las catorce estaciones que miden este gas superaron el límite octohorario legal (120 µg/m³ durante ocho horas) y tres superaron el umbral de información a la población (180 µg/m³ durante una hora).
Los dos puntos negros de contaminación de Madrid y el 'Efecto Almeida'
Los puntos negros de contaminación de la capital son ya conocidos: Plaza Elíptica y Escuelas de Aguirre. El primero está en el distrito de Usera, fuera de la M-30, mientras que el segundo se enmarca dentro del anillo de la circunvalación en el distrito de Salamanca.
La estación de Plaza Elíptica está a la cabeza con 53 µg/m³ de media anual, mientras que la de Escuelas de Aguirre registró durante el año pasado 51 µg/m³. De igual manera, en lo que respecta al número de superaciones de valor horario, concentración de más de 200 µg/m³ durante una hora y que no debe exceder de las 18 anuales, esta estación rebasó el límite en 47 ocasiones, siendo la única de la capital en hacerlo durante 2019.
Así, los puntos negros de contaminación de Madrid se reducen a sólo dos estaciones cuando el promedio de incumplimiento de los valores medios anuales en la última década ha sido de once y en ninguno de estos años ha sido inferior de seis.
Los resultados de 2019 también vienen a confirmar, a excepción del barrio de Salamanca, que no existe el señalado 'efecto frontera' de Madrid Central, señalado por los detractores de la zona de bajas emisiones cuando entró en vigor bajo el mandato de la anterior alcaldesa, Manuela Carmena. Así también lo indicaba un riguroso análisis firmado por varios expertos y publicado en verano del año pasado.
Y es que como señala Ecologistas en Acción, si bien la meteorología es determinante en los valores de polución, 2019 puede considerarse como un año normal en lo que a precipitaciones se refiere, aunque la distribución ha sido anómala: poca lluvia en la primera mitad y más abundante en los últimos meses de año.
Por otro lado, el informe defiende que, aunque el balance de Madrid Central ha sido positivo, se ha apreciado una pérdida de eficacia en la segunda mitad del año. Ecologistas en Acción lo señala como el 'Efecto Almeida' refiriéndose al intento del actual alcalde de suspender Madrid Central, así como "los mensajes institucionales negativos, tergiversando datos, y la presentación de Madrid 360 como si fuera un nuevo plan" que "han tenido efectos negativos constatables en el tráfico y en los índices de contaminación".
Los recortes de Madrid Central, denunciados
Madrid Central ha experimentado cambios con el inicio de 2020. La mayoría estaban contempladas en la ordenanza de Movilidad Sostenible aprobada por el anterior gobierno, mientas que otras han sido añadidas vía decreto por José Luis Martínez-Almeida y aprobadas por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento.
En lo que toca a las segundas, el consistorio ha liberado dos calles de Madrid Central, Mártires de Alcalá y Seminario de Nobles, ha incluido una moratoria de acceso para familias cuyos hijos acuden a centros docentes ubicados en la zona de bajas emisiones y ha ampliado el horario (de 7:00 a 00:00) de las motocicletas de tipo B y C que prestan servicios de reparto.
En concreto, una de las calles que queda fuera del perímetro de la zona restringida, Mártires de Alcalá, era la que más multas registraba de todo Madrid Central (un 20 % de las mismas). El consistorio ha señalado esta causa como argumento para eliminarla del perímetro, además de que servirá para "disminuir la congestión del tráfico en esta zona".
Por otro lado, según recogía la ordenanza, ha vencido la moratoria de la que disfrutaban algunos vehículos sin etiqueta, a excepción de residentes y personas de movilidad reducida.
De esta manera, vehículos sin distintivo (los gasolina Euro 3 y los diésel Euro 4), no podrán acceder, circular o aparcar en Madrid Central, ya sea en aparcamientos públicos, garajes privados o en la zona de estacionamiento regulado (SER). Tampoco podrán gestionarse invitaciones para este tipo de vehículos.
Además, también finaliza la moratoria para los vehículos de transporte y de servicio con una masa máxima autorizada de hasta 3.500 kilos sin distintivo, lo que también incluye ambulancias, fuerzas de seguridad, bomberos, protección civil, grúas, otros vehículos de servicio de emergencia.
Según recoge eldiario.es, Ecologistas en Acción anunció este jueves que han presentado un recurso contencioso-administrativo contra las medidas recogidas en el decreto aprobado por la Junta de Gobierno de la capital. "Vamos a defender por todos los medios posibles las políticas que mejoran la salud y la vida de la gente". En su informe recuerdan que "Hace falta más Madrid Central, no menos".
El consistorio anunció en verano que estaba trabajando en un plan alternativo a Madrid Central, con medidas que se ampliarían a toda la ciudad y señalando que consideraban insuficiente la zona de bajas emisiones al reducirse al distrito centro. Entre las mismas se contemplaban nuevos aparcamientos disuasorios, más carriles bus-VAO o la renovación de la flota de autobuses de la EMT. Sin embargo, en el proyecto llamado Madrid 360º se contemplaban diferentes acciones que aún no han sido puestas en marcha.
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