Lo máximo de TomTom en navegadores para coches se llama TomTom Go 6100 o 5100 en función del tamaño de pantalla (seis o cinco pulgadas respectivamente). El mundo de los navegadores se ha visto sacudido bruscamente desde el boom de los smartphones y las tarifas planas de datos. Se venden pocos navegadores porque la gente utiliza aplicaciones en sus móviles que les hacen el apaño.
Por eso las marcas especializadas en navegadores se han tenido que poner las pilas. Por un lado el precio se ha contenido y por otro ofrecen más servicios que antes. Veamos qué nos aportan estos navegadores y por qué nos piden 300 o 350 euros por ellos (precios del 5100 y 6100 respectivamente).
Si hace tiempo que no ves un navegador actual te diré que han cambiado las clásicas pantallas por otras que requieren menos pasos para llegar a la función que necesitas. También ha cambiado la forma de mostrar la información y ha mejorado la indicación anticipada de carriles. Cuenta con búsqueda anticipada o predictiva (como Google) y el soporte desde hace un tiempo es magnético.
Ahora viene lo bueno, mapas de todo el mundo, radares y la información del tráfico para toda la vida sin coste adicional (lleva una SIM integrada). También podrás actualizar y conseguir nuevas funciones de forma gratuita y consultar desde el ordenador, tablet o teléfono el estado del tráfico. Todo esto que antes tenía un coste ahora es gratuito de por vida.
No es para nada una inversión pequeña (son los modelos tope de gama), pero sí que cuentan con un conjunto de servicios que justifican su precio.