En los años 50, o te ponías la radio y aguantabas a esos locutores tan típicos de películas como Grease o te cantabas tú mismo la música que querías escuchar. La tecnología no daba para más. Hasta que la Chrysler Corporation decidió incluir en su gama de vehículos (Chrysler, DeSoto, Plymouth y Dodge) un tocadiscos conectado a la radio.
Instalado justo encima del túnel de la transmisión, el aparato de escondía tras una pequeña puerta y compartía los controles de volumen con la radio. Mediante un botón se elegía que musica se deseaba escuchar, la radio o el tocadiscos.
Como es lógico y muchos pensaréis, estuvo poco tiempo en el mercado, ya que las irregularidades de las carreteras en aquellos años hacía bastante difícil que la suavidad de la retransmisión fuese la deseada. Un curioso invento que en la vida se me habría pasado por la cabeza.
Un saludo para mi compañero L.Font
Vía | Bedazzled!
Más información | Crave, UAWDCX