Con Alemania preparándose para lo peor este invierno y pidiendo la construcción de un gaseoducto que cruce España y alivie su situación, la estatal de gas rusa Gazprom sigue sin dar buenas noticias.
Según se hace eco Reuters, Gazprom ha avisado de que la caída en las exportaciones y la producción debido a las sanciones de Occidente provocarán que el precio del gas natural se dispare un 60 % este invierno, como mínimo.
La UE sanciona a Rusia mientras sigue comprándole gas natural
Un aumento del 60 % situaría los 1.000 metros cúbicos a más de 4.000 dólares según "estimaciones conservadoras"; el doble del máximo que ha alcanzado actualmente.
Según los datos que maneja la compañía estatal rusa y recogidos por la agencia de noticias, las exportaciones de gas de Gazprom cayeron un 36 % a 78.500 millones de metros cúbicos entre el 1 de enero y el 15 de agosto y la producción se redujo un 13 % en comparación con hace un año.
En este escenario, los futuros del precio del gas alcanzaron un nuevo récord de 234,50 euros/MWh el martes, cuando hace un año era de 28,8 euros/MWh.
Países como Alemania, altamente dependientes del gas ruso, está acusando que los flujos a través del gasoducto Nord Stream 1 operen a solo el 20 % de los volúmenes acordados.
Una situación que está provocando que en ciudades como Berlín el carbón se considere ya un bien escaso, mientras que la producción de esta roca se ha disparado en toda Alemania.
Pese a todo, Rusia sigue ganando mucho dinero con las exportaciones de gas gracias a la demanda en Asia, aunque Europa sigue siendo el principal mercado para el gas ruso.
España es uno de esos países que sigue comprando gas ruso, e incluso incrementando su demanda. Según los datos publicados por Cores y recogidos por Público, Rusia fue el segundo proveedor de España en junio con el 24,4% del gas recibido, solo por detrás del recibido desde Estados Unidos, que acapara casi el 30 % del total.
Así, EEUU ha desbancado a Argelia como principal proveedor de gas natural (que cae al tercer puesto), mientras que las importaciones de gas ruso han crecido un 33 % en junio: su nivel más alto desde 2004.
El aumento global de temperaturas, con veranos cada vez más cálidos e inviernos intempestivos no harán si no acrecentar la actual crisis energética.
