Si bien es cierto que algunos de los precursores de nuestros GPS actuales se remontan al siglo XIX, y ni siquiera dependían de ordenadores o pantallas para funcionar, uno de los antepasados más curiosos de nuestros navegadores con pantalla táctil ya ha cumplido 30 añazos: hablamos del sistema TravTek de GM.
Este incorporaba una tecnología revolucionaria para la época que, al mismo tiempo, llegó a provocar situaciones de lo más surrealistas en carretera. El fabricante americano probó por primera vez este peculiar sistema en una serie limitada de sus ya míticos Oldsmobile Toronado durante un año.
Una especie de Google Maps de hace 30 años
Más allá de otros sistemas más tempranos como el denominado “Honda Electro Gyro-Cator” (desarrollado por Honda junto a Alpine y el fabricante de faros Stanley Electric), y que en realidad era un sistema de navegación inercial parecido al que usaban los pilotos de combate en la Guerra Fría, los orígenes de los navegadores GPS táctiles de uso civil tal y como los conocemos hoy en día se remontan a la década de 1990.
Es el caso del TravTek, un sistema desarrollado por GM en EEUU con la ayuda de organismos como la Asociación Estadounidense de Automóviles y que se implementó por primera vez a modo de prueba en un centenar de Oldsmobile Toronado (75 de ellos reservados para la flota de alquiler de Avis en Orlando, Florida) y el resto se prestó a "conductores locales de alto kilometraje".
La Administración Federal de Carreteras de los EEUU y el Departamento de Transporte de Florida también participaron en el proyecto con el fin de recabar la mayor cantidad de datos posible de un sistema que se antojaba revolucionario para la época.
En esencia, el TravTek utilizaba un ordenador de a bordo instalado en el maletero, y conectado a una pantalla táctil muy básica de apenas 6 pulgadas. El sistema no solo contaba con las opciones de “evitar carreteras interestatales” y/o de peaje, sino que además incorporaba una voz sintetizada que guiaba al conductor, indicándole los giros a realizar.
En un episodio del canal Motoring TV de 1992 que se puede ver en YouTube, se mostraba cómo funcionaba este navegador, realmente sorprendente para su época para no ser de uso militar.
A diferencia de los sistemas más modernos TravTek no permitía introducir la búsqueda de una dirección concreta, sino que hacía elegir entre una lista de direcciones pre-programadas. Todas ellas correspondían a una zona comprendida a unos 2.000 km a la redonda respecto al centro de Florida, y se mostraban ordenadas por orden alfabético en la pantalla.
El sistema TravTek mostraba un mapa visual muy claro y simplificado en la pantalla táctil integrada en el tablero del Oldsmobile Toronado en el que una línea color magenta indicaba el recorrido desde el punto A hasta el punto B o destino (representado por una estrella blanca), y una flecha mostraba la posición del coche en cada momento.
Además, se mostraba la ruta a seguir, la distancia restante hasta llegar a destino y el tiempo estimado para llegar.
También se mostraban puntos de interés en ruta o cercanos al punto de partida y destino como los hoteles tal y como hacen hoy en día aplicaciones como Google Maps. No solo se podía acceder al nombre y dirección de estos alojamientos, sino que gracias a la información cargada en el sistema, se podía consultar su clasificación y qué servicios incluía.
Incidencias del tráfico sí, pero suerte si te perdías
Según explica Outrightolds, el sistema tenía en cuenta los datos relevantes para los conductores que se iban introduciendo de forma continua desde el centro de ordenación del tráfico de Orlando, como por ejemplo si se estaban llevando a cabo obras o trabajos de mantenimiento en las carreteras situadas en el radio de acción del TravTek.
Así, el sistema mostraba al conductor desde accidentes (estrella roja), a caminos cerrados al tráfico (círculos rojos) o atascos en ruta (círculos amarillos). En esos casos, y para buscar una ruta alternativa, solo había que presionar un botón.
En cuanto a la localización del vehículo, el sistema no podía basarse solo en los datos del GPS para funcionar, por lo que se complementaba con los datos de una brújula magnética incorporada, sensores en las ruedas del coche que medían la distancia recorrida y un satélite que enviaba su señal a una gran (y nada estética) antena situada en la tapa del maletero.
Sin embargo, y como podemos imaginar de un sistema de navegación de hace 30 años, por muy moderno que fuese en su época, no era perfecto, ni mucho menos.
Tal y como mostraba un reportaje original de Beyond 2000, una de las lagunas más importantes del TravTek es que si el conductor tomaba una ruta equivocada (ver minuto 3:27) el sistema no le “redirigía” automáticamente, sino que había que hacerlo de forma manual.
Esto podía hacerse pulsando un botón en el volante marcado como "nueva ruta", o el de "ayuda" situado en la pantalla. Eso último conectaría al conductor por teléfono con el personal de apoyo del programa de pruebas, algo que no siempre era posible. Así, lo mejor era parar en lugar seguro y volver a configurar la ruta.
El sistema fue evolucionando rápidamente hasta 1995, cuando llegó al mercado con el nombre de “Guidestar”, como equipamiento opcional para el Oldsmobile Eighty Eight, el LSS o el Bravada por un precio de partida de 2.000 dólares, a lo que había que sumar de 300 a 400 dólares más por cada mapa.
El GPS de Guidestar cubría hasta 17 estados, aunque no contaba con toda la información y opciones que presentó el TravTek en su programa de pruebas (carecía de actualizaciones de tráfico en directo, por ejemplo).
Se trataba de una unidad independiente que se montaba fuera del salpicadero (como los Garmin o TomTom actuales), aunque seguía necesitando un ordenador en el maletero para todo el procesamiento.
Como dato curioso, Avis implementaba en su flota varios coches equipados con Guidestar en los estados en los que estaba disponible (California, Nueva York, Michigan o Columbia, entre otros). A los conductores que preferían alquilar estos vehículos frente a los que no llevaban sistemas de navegación, les cobraba cinco dólares extra al día. Para la época, no era baladí.
En este sentido, quizá GM no solo fue uno de los precursores de los GPS táctiles que usamos hoy en día en el coche, sino que muchos podrían considerar que también fue uno de los precursores del pago por uso, eso sí, solo en coches destinados al alquiler.