Un año después de anunciar el primer Banco Europeo de Hidrógeno, esta semana la Comisión Europea pondrá en marcha al esperado organismo, con el doble objetivo de impulsar las energías renovables y de que el hidrógeno verde forme parte importante del mix energético europeo, algo que hasta ahora no ha sucedido.
La UE espera que el hidrógeno verde juegue un papel determinante en la descarbonización de Europa, para que pueda alcanzar sus objetivos de emisiones de cara a 2050. Así, la idea es poner a disposición hasta 800 millones de euros de fondos europeos para ayudar a la industria y, al mismo tiempo, incentivar la inversión privada.
El hidrógeno verde como parte importante en la política energética europea
Clean hydrogen will help us reconcile our economy with the health of our planet.
— European Commission (@EU_Commission) November 20, 2023
The 🇪🇺 Hydrogen Week kicks off today.
It brings together stakeholders across the whole value chain to discuss the latest developments, challenges and opportunities in the sector.
Aunque el hidrógeno renovable representó menos del 2 % del consumo de energía del bloque en 2022 (y se utilizó principalmente para producir productos químicos como plásticos o fertilizantes), la UE tiene muchos planes en marcha a corto y medio plazo para hacer que esta energía verde despegue.
Entre otros, Alemania ha pedido al Reino Unido que considere la construcción de un oleoducto de hidrógeno de 400 millas bajo el Mar del Norte y también está en barbecho un oleoducto submarino para transportar hidrógeno verde entre España y Francia, que ahora tendrá una oportunidad de oro para materializarse.
De hecho, el corredor contribuirá a crear una cadena de suministro de energías renovables para descarbonizar la industria y el transporte marítimo, conectando el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde con Róterdam, que centraliza una de las mayores demandas de esta energía en Europa.
“La crisis energética que ha enfrentado Europa hasta ahora, especialmente debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, ha mostrado cuán dependientes somos. El hidrógeno se puede producir en Europa, principalmente en países con mucho viento y mucho sol”, ha declarado el CEO de Hydrogen Europe, Jorgo Chatzimarkakis, a Euronews.
Así, además de España, Irlanda o Dinamarca son países idóneos para la producción de hidrógeno verde sobre el papel.
Pero hemos de tener en cuenta que el principal objetivo de la UE es producir diez millones de toneladas de hidrógeno verde e importar otros diez millones para 2030, así que la UE necesita socios emergentes como Sudáfrica, Brasil o Arabia Saudita. Por el momento, ya ha firmado asociaciones de hidrógeno con países que van desde Egipto, Kenia y Namibia hasta países latinoamericanos.
Una industria que necesita una inversión pública y privada muy potente
También se espera que el Banco de Hidrógeno ayude. Para ello, se lanzará esta semana su primera subasta respaldada por 800 millones de euros de financiación europea y la segunda llegará en los próximos meses, tal como avanzaba la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: “En la primavera de 2024 lanzaremos la segunda ronda de subastas, que alcanzarán un valor total de tres mil millones de euros”, ha declarado.
Asimismo, la Comisión ya ha autorizado más de 17 mil millones de euros en ayudas estatales para alrededor de 80 proyectos de hidrógeno en toda la UE. Sin embargo, las futuras subastas del Banco de Hidrógeno necesitarán un aumento masivo de la financiación para que la producción de hidrógeno en Europa sea competitiva y para apoyar proyectos maduros que puedan generar grandes ahorros de emisiones de carbono en los próximos años.
En este sentido, como apunta Euroactiv, o bien deberá permitirse combinar la financiación del Banco de Hidrógeno con otras fuentes de apoyo a la UE, o será necesario asegurar los fondos necesarios con mucha previsión.
Así, durante la Semana del Hidrógeno en Bruselas, que comenzó este lunes, el sector intentará conectar a la Comisión Europea, los responsables políticos, los investigadores y la industria para darle un empujón a los diferentes proyectos que están en el aire. Todavía hay mucho trabajo por delante, sobre todo en torno a infraestructura e inversión, pero algunos proyectos ya están en marcha.