Durante años y años hemos mirado con cariño a Portugal, sobre todo aquellos aficionados al autocaravanismo. El país luso era una especie de tierra prometida para las autocaravanas y furgonetas camper.
Y decimos que lo era, porque esto va a cambiar próximamente. El marco normativo de Portugal va a cambiar y se va a poner fin a la libre pernocta de autocaravanas y furgonetas camper.
Se acabó la hospitalidad de Portugal con las autocaravanas y furgonetas camper
Sí, has leído bien. La que hasta ahora era una de las naciones predilectas por el clima, los paisajes y la hospitalidad hacia los vehículos vivienda va a dejar de ser tan acogedora.
El nuevo Decreto Ley 102-B/2020 aprobado el 9 de diciembre en Portugal supondrá un cambio sustancial para los que tuvieran como destino habitual sus tierras en autocaravana y furgoneta camper. Este nuevo decreto altera el Código de Circulación y entra en vigor desde comienzos desde 2021.
Este Decreto no es otroa cosa que la transposición de la Directiva Europea 2020/612, que en su artículo 50-A incluye la prohibición expresa de pernoctaciones y aparcamientos de autocaravanas o vehículos similares fuera de los lugares expresamente autorizados.
A diferencia de en España, la normativa del país vecino sí define de manera precisa la pernocta, afirmando que es el permanecer en el interior de una autocaravana o vehículo similar entre las 21:00 y las 7:00 horas, aunque no se desplieguen toldos ni abran ventanas (lo que aquí definiríamos como acampada).
Bien es cierto que se deja abierta la puerta en cuanto a qué se refiere con los lugares habilitados. Mientras que en España esto se atribuiría a los camping o áreas de autocaravanas, en Portugal sí existen espacios habilitados para la pernocta de estos vehículos de manera gratuita y extendida.
Ahora bien, todos aquellos que a partir de ahora quieran seguir haciendo una pernocta libre con sus vehículos habitables se expondrán a una sanción de entre 60 y 300 euros, que puede ascender hasta los 600 euros en caso de hacerlo en espacios protegidos.
Esta normativa llega con el afán de intentar matar moscas a cañonazos. Sí es cierto que la afluencia de turismo sobre ruedas se ha ido masificando poco a poco en Portugal, especialmente en las zonas de costa. En su mayoría los usuarios de este tipo de vehículos realizan un uso respetuoso del entorno, pero también hay quienes muestran un flagrante incivismo.
Estos usuarios han despertado un profundo hartazgo entre residentes y autoridades de las zonas afectadas. Una situación que se polarizó cuando en 2020 el gobierno luso decretó el aforo máximo de las playas y la prohibición de pernoctar en sus aparcamientos con la Ley 24/2020.
Este movimiento presenta un nuevo traspiés para los usuarios de autocaravanas y furgonetas camper, quienes ven cómo cada vez se limitan más sus opciones y se cercenan los derechos de un colectivo que en su mayoría es responsable y, además, garantiza las medidas de distanciamiento social en tiempos de pandemia.
Eso sin contar con que esta medida está redactada casi exclusivamente para aquellos municipios de costa a los que a su parecer les sobra este tipo de turismo, pero suponen un ingreso en el resto de poblaciones de interior donde también podían recalar estos vehículos. Hasta ahora.
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