El mundo del autocaravaning y camper está de moda. Su ascenso progresivo muestra un calado cada vez mayor entre quienes buscan una forma de ocio diferente que aúne la conducción con la libertad de disponer de un vehículo habitable con más o menos todas las comodidades necesarias para pasar tiempo lejos de casa.
Pero no todo es comprar y disfrutar. La patronal del caravaning alerta sobre la procedencia extranjera de un alto porcentaje de las autocaravanas que se matriculan en España. Algo que califican de "grave problema" para los clientes finales quienes quedan desprotegidos y expuestos a cualquier defecto.
Una tercera parte de las autocaravanas matriculadas en España no son españolas
Las cifras del mercado son contundentes, con un crecimiento sostenido desde 2013 que ahora se sitúa por encima de los dos dígitos en cifras interanuales, con una progresión que se ha consolidado en 2019 con un crecimiento del 19,2% y un nuevo récord en el acumulado según la Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning (ASEICAR).
En 2018 se matricularon un total de 7.046 autocaravanas, pero esta cifra ha llegado en 2019 a rozar las 9.000 unidades con un total de 8.903 vehículos matriculados, el sexto año de subida continuada. Por su parte las furgonetas camper siguen creciendo y han superado las 1.600 unidades en 2019, unas 180 camper matriculadas al mes.
Pero esta cifra tiene cierto truco y es que no se trata de vehículos nuevos en su totalidad. Muchos de estas autocaravanas y campers que se matriculan tienen origen fuera de nuestras fronteras. En concreto 2.969 de las 8.903 unidades matriculadas tienen matriculación previa en otros países europeos, principalmente Alemania y otros países del norte de Europa.
Para ASEICAR este dato supone "un problema grave", pues por un lado implica que estas nuevas matriculaciones se atribuyan a vehículos sin una garantía apropiada y que elevan la edad del parque móvil. La preocupación de ASEICAR reside en cuestiones de seguridad, contaminación y coberturas a los clientes destinatarios de estos vehículos.
"Son vehículos sin garantía, muy viejos y altamente contaminantes", apuntan desde ASEICAR, incidiendo además en el "grave problema que se repite año tras año" que además, según ellos, oculta "pagos opacos a la Hacienda española". José Manuel Jurado (presidente de ASEICAR) tachó a estos vehículos como "auténticas chatarras que no quieren en sus países de origen".
Tras el tono ciertamente alarmista de la asociación, también recalcan que si bien en un principio estos vehículos pueden resultar apetecibles para los particulares, los problemas llegan cuando tienen que pasar la ITV de cara a la matriculación con placa española.
Según Jurado estos vehículos suelen ocultar deficiencias de seguridad graves, montajes defectuosos, equipamiento no reflejado en la documentación... Todo ello supone un problema importante para la homologación en nuestro territorio, más aún teniendo en cuenta la dificultad para exigir nada al anterior propietario y también para encontrar recambios.
ASEICAR por tanto defiende la incentivación del mercado interno a través de la industria interna. Por desgracia, actualmente en España los fabricantes de autocaravanas y campers que realicen sus trabajos sobre vehículos nuevos se pueden contar con los dedos de una mano... y nos sobrarían dedos.
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