El sol debe haber sentado mal a más de uno este verano. En las últimas semanas, tras la retirada de Fernando Alonso a muchos pilotos y personalidades del "Gran Circo" les ha entrado un ataque de sinceridad y han confesado lo que todos sabemos: la Fórmula 1 es aburrida y sobre todo predecible. Ante todo, agradecer que dejen de tratarnos como tontos y de decir de vez en cuando alguna verdad.
Pero cuando iban por el buen camino -ya sabéis, confesar el problema es el primer paso hacia la solución-, no vengáis y nos digáis que retrasar el revolucionario cambio de normativa que estaba previsto para 2021 es una buena idea, porque no lo es.
Antes del Gran Premio de Bélgica, Ross Brawn, encargado de la parte deportiva en Liberty Media -te sonará más de su época en Ferrari junto a Michael Schumacher- intentaba hacer entender a los aficionados que quizá era mejor no plantearse una nueva normativa de motores a tan corto plazo y darles un poco más de tiempo para conseguir que ésta sea más novedosa y que pueda atraer a nuevos motoristas.
"Queremos crear un conjunto de regulaciones técnicas para los motores, que sean atractivas para los nuevos fabricantes que puedan entrar y que a su vez consolide a nuestros proveedores de motores existentes. Creo que solo tenemos que valor que tiempo necesitamos para ello, si 2021 es el momento adecuado para hacerlo, o si es mejor mantenerlo parado hasta que podamos estar seguros de que un cambio importante en la regulación traerá sangre fresca al deporte" Ross Brawn a un programa de TV belga.
¿Nos lo está diciendo en serio? Pensábamos que esa nueva normativa atractiva y que atrajese motoristas estaría preparada para 2021, o eso es lo que nos llevaban vendiendo desde su llegada. ¿Qué pensaban hacer si no? Miedo nos da.
Los equipos en su línea conservadora
Como suele suceder con este tipo de temas transcendentales que afectan al futuro de la categoría, en el siguiente gran premio, que en este caso ha sido el de Bélgica, todos los equipos parecen haberse reunido para dar la versión más consensuada del tema posible y resulta que ¡están de acuerdo con Brawn!
Me gustaría decir que nos sorprende, pero no. Cada intento de introducir novedades en los últimos los equipos han tardado una o dos carreras de reuniones en tirarlo abajo. Cada vez que se quiere cambiar algo es necesaria la aprobación de tantas personas, que siempre va a haber un grupo que esté en desacuerdo.
Si bien es cierto que lo mejor es que los equipos formen parte de las decisiones de la cúpula directiva hemos llegado a un punto en que su implicación más que ayudar, es un problema. Además, cuando alguien autorizado decide asumir la voz cantante y tomar una dirección diferente, siempre hay algún equipo que amenaza con abandonar y en los tiempos que corren, cada equipo es importante.
Ross Brawn hablaba de una evolución en vez de una revolución a corto plazo pero ¿es eso suficiente? Quizá cuando estén listos para la revolución hayan perdido definitivamente la lealtad de los aficionados y no haya nada que hacer