Ya hemos hablado en alguna ocasión aquí del sistema Mykey de Ford. Se trata básicamente de una herramienta que permite a los padres limitar determinadas funciones del coche para que sus hijos adolescentes conduzcan de una manera más segura. Por el momento no sabemos que modelos de Ford podrán montar esta tecnología, aunque ya es seguro que aterrizará en Europa en 2012.
Gracias a este sistema los padres pueden poner un límite de velocidad, evitar que el equipo de música se ponga muy alto, hacer que el avisador de cinturón no deje de pitar, impedir que el control de estabilidad sea desactivado o conseguir que la reserva de combustible salte antes.
Ni que decir tiene que las estadísticas apoyan iniciativas como esta. Según Ford, en Europa, los jóvenes de 25 años se ven envueltos tres veces más en accidentes mortales, y como resultado, entre 1998 y 2008, 58.000 personas entre 18 y 25 años se dejaron la vida en la carretera.
Por otro lado, Ford plantea la posibilidad de que gracias a este sistema, los padres cuyos adolescentes conduzcan utilizando Ford Mykey paguen una prima de seguro menor, ya que según la marca, la relación entre su sistema y el aumento de la seguridad es evidente. Posiblemente en la práctica cueste que las aseguradoras bajen las primas a los conductores noveles, pero es un primer paso.
Además, hay un debate que me gustaría introducir. De la misma manera que nos parece razonable controlar a los jóvenes, ¿por qué no hacerlo con aquellas personas que reiteradamente cometen infracciones de tráfico? Por la libertad individual dirán algunos, y por la presunción de inocencia dirán otros (y no sin razón). El Estado no es un padre que pueda controlarnos, está claro, pero quizá cuando hablamos de salvar vidas, el enfoque sea diferente.
En Motorpasión | Ford mejora su “niñera electrónica”: MyKey