El pasado verano FCA anunciaba el cese de la producción del Dodge Viper, y es que a pesar de haber fabricado este bestial deportivo desde mediados de los años noventa, en los últimos tiempos las cifras de ventas no acompañaban. El futuro de la planta de Conner Avenue, con más de medio siglo de historia, era incierto.
Ahora hemos sabido que FCA va a trasladar su colección de automóviles a esta fábrica de Detroit, en Michigan, inaugurada en 1966 por la empresa Champion Spark Plugs y comprada por Dodge en 1995 para producir "la víbora". El lugar se convertirá en un centro de convenciones internas para la compañía, también con área de exhibiciones.
Las instalaciones, que serán renombradas como Connor Center y se encuentran en un barrio al sur de la conocida calle 8 Mile Road de la ciudad, deberían empezar a funcionar este mismo año para actividades internas de la propia empresa, aunque en un futuro podría abrirse al público.
La antigua fábrica acogerá más de 400 vehículos históricos y prototipos de la colección privada de FCA -antes desperdigada por diferentes localizaciones de todo Estados Unidos-, aunque el centro sólo tendrá espacio para exponer unos 85 vehículos de forma simultánea, en un espacio de más de 7.000 metros cuadrados (de los más de 37.000 metros con los que cuenta la fábrica).
Coleccionables a subasta
El fabricante ha desmantelado durante los últimos meses la línea de producción y el mobiliario de oficina, limpiando las diferentes áreas de la fábrica. Como os podéis imaginar, en las más de dos décadas que Dodge ha estado instalado en esta factoría el lugar se ha llenado de todo tipo de objetos y coleccionables, desde carteles o pósters hasta capós firmados, bocetos o fotografías, por ejemplo, y la compañía ha decidido subastar más de 1.700 de estos objetos.
"Encontramos cosas como bocetos firmados, fotos y posters, además de elementos relacionados con el funcionamiento de la planta. Al ir descubriendo más y más objetos, nos planteamos qué hacer con ellos y llegamos a la conclusión de que en lugar de guardarlos o, aún peor, tirarlos a la basura, los subastaríamos", afirma Mike Tonietto, antiguo responsable de la planta de Conner Avenue.
Los beneficios de esta subasta -abierta desde ayer y hasta el próximo 13 de abril- irán a parar directamente a United Way of Southeastern Michigan, una ONG dedicada a mejorar las comunidades de la zona. Además, la compra de objetos está abierta a ciudadanos de cualquier país, aunque deberán correr con los gastos de envío y posibles impuestos.