¿Qué puede haber mejor que una herencia?. Pues así a bote pronto que entre los bienes a heredar te caiga alguna propiedad. ¿Y mejor aún?. Que entre dentro de esa propiedad que piensas que vale cuatro duros haya escondido un tesoro en forma de vehículo altamente cotizado.
No es exactamente esto lo que ha pasado, pero resulta que alguien compró en su día un Ford Mustang Shelby GT350 de exhibición y carreras, lo usó durante 10 años y 55.000 millas (algo más de 88.500 kilómetros) y lo metió en un trastero en 1976. Desde entonces esta joya americana ha permanecido escondida y nadie (salvo el propietario) conocía su existencia.
Clásico americano puro y muy deseado
¿Tú cuánto pagarías por un coche tan especial?
Cuando se guardó, este Mustang estaba en perfecto estado de funcionamiento. Ahora sólo habría que restaurar las piezas de la carrocería que se han oxidado con el paso de 40 años encerrado y hacerle una buena puesta al día. O quién sabe, siendo tan cotizado lo mejor podría ser dejarlo intacto y preservarlo así.
Aunque es una unidad del 65, con número de bastidor 6S163, incorporaba mucha de las mejoras introducidas en el 66. Fue uno de los últimos ultra-cotizados 65 en abandonar la cadena de producción.
Se espera, de forma muy conservadora, que el precio ronde la horquilla entre 90.000 y 120.000 dólares, pero teniendo en cuenta los antecedentes en los que modelos GT350 del 65 han alcanzado los 287.000 dólares y los del 66 los 142.000, sería raro que saliera tan barato. A fin de cuentas, es un Mustang y ya sabemos los calores que le da a la gente con estos ponny-cars.
Saldrá a subasta el próximo 5 de junio en el Greenwich Concours d'Elegance (Connecticut). No habrá reserva en esta subasta, así que cualquier cosa puede pasar. Se admiten apuestas sobre el precio.