La financiación de los coches no es exclusiva solo del mercado de coche nuevo, aunque menos habitual, también es posible financiar la compra de un coche de segunda mano.
Las necesidades a veces hacen que nos veamos obligados a cambiar el coche y la opción más económica suele ser la compra de un coche de segunda mano. Pero en la mayoría de casos hay que pagar el coche al contado y no todas las economías (y más si nos encontramos ante una emergencia) pueden permitirse este tipo de pagos. ¿Qué alternativas hay?
Vendedores que ofrecen la posibilidad de financiación
Una cuota importante de la venta de coches de segunda mano se realiza a través de empresas especializadas o concesionarios. Este tipo de empresas suelen ofrecer facilidades en la financiación del coche haciendo que se pueda pagar a plazos. Incluso, en ocasiones, el precio financiado del coche es menor que el precio si se pagase al contado. Muchas de ellas también incluyen poder dejar el coche antiguo como parte del pago.
Además, por ley, comprar el coche a este tipo de empresas, hace que el coche tenga una garantía adicional, por lo que se vuelve una compra más segura.
Muchas de estas empresas de compraventa de coches publican sus coches, pudiendo filtrar las diferentes ofertas entre vendedores particulares y profesionales.
Llegar a un acuerdo con el vendedor para pagar a plazos
En la compra a un particular también existe la posibilidad de fraccionar los pagos si el vendedor se presta a ello. Es complicado que se dé esta posibilidad, ya que normalmente los vendedores particulares prefieren recibir el dinero al contado.
Si comprador y vendedor se prestan a realizar la compraventa a plazos, esto debe establecerse como una cláusula más en el contrato. Hay que indicar en esta cláusula del contrato la cantidad total que cuesta el coche, el número de plazos que se van a fijar, la cantidad que va a percibir el vendedor en cada uno de esos plazos y la forma en la que se va a pagar.
Esta cláusula sirve para evitar malentendidos y para que el vendedor pueda emprender acciones legales en caso de impago.
Recurrir a una entidad bancaria
La última opción es pedir el dinero prestado a una entidad bancaria, hay dos maneras con las que nos pueden prestar el dinero:
- Si se trata de un pago de menos de 3.000 euros se puede realizar el pago con la tarjeta de crédito. Esta opción es muy customizable ya que permite decidir los plazos y cuánto se paga al mes. Eso sí, en contraprestación, las comisiones suelen ser muy altas.
- Acudir a la entidad bancaria a que nos hagan un préstamo, este préstamo puede ser personal o lo que denominan los bancos como 'préstamo coche' diseñado para estos casos. Los intereses serán menores de los que pagarías si lo hicieras con tarjeta de crédito y también la forma de pago se puede personalizar, además, es probable que si llevas tiempo en el banco tengas préstamos preconcedidos.
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