General Motors ha descubierto que en algunos Chevrolet Impala modelos 2009-2010 podría darse el caso de que el anclaje inferior exterior de los cinturones de seguridad delanteros cediese en caso de accidente, volviendo inútil al cinturón de seguridad. Se ha puesto en marcha una llamada a revisión voluntaria.
Son 322.409 coches que deberán inspeccionarse uno por uno para comprobar si el anclaje está bien y si cumple con la normativa estadounidense y canadiense al respecto. Como siempre, será gratuita incluso si hay que cambiar piezas. Empezarán a llamar a los dueños a finales de mes.
General Motors dice que lo han descubierto a través de incidencias en garantía y que no hay víctimas conocidas por este defecto. De todas formas, sigue siendo un número muy elevado de unidades potencialmente afectadas y un elemento muy sensible de cara a la seguridad. Menos mal que lo han descubierto a tiempo.