Acaba de terminar el fin de semana del Gran Premio IVECO de Aragón y estoy recopilando las vivencias, fotos y experiencias de estos tres días estupendos de MotoGP. Todos hemos visto las carreras, estoy seguro, y seguro que hay quienes tengan mejores dotes para narrar lo que ocurrió en cada curva del circuito MotorLand.
En lo que a mi respecta, la experiencia fue, seguro, más completa de lo que puede ser ver las carreras en la televisión. Pudimos estar en primera línea de fuego, y cuando digo primera línea me refiero a escasos metros de las motos de Nico Terol (principalmente) y todos los participantes en Moto2. Estuvimos en el muro y en el pitlane en plena sesión clasificatoria de la categoría, pudimos apreciar el estrés de esos 45 minutos de darlo todo en la pista. También pudimos casi tocar (y digo casi porque no me habría atrevido) esas máquinas de competición. Lo que sí tocamos fueron los neumáticos, pero desmontados de las motos, claro. En el paddock de MotoGP no hay lugar para demasiadas bromas, al menos durante las sesiones clave del fin de semana, como son los clasificatorios y las carreras. El ritmo de trabajo es muy intenso, y a menos que estés en otro planeta, te das cuenta de que cualquier equipo se juega mucho cada minuto.
Previsiones de lluvia en nuestra toma de contacto con MotorLand Aragón
El fin de semana empezó pasado por agua. Lluvia y viento en MotorLand que no frenaron a algunos miles de aguerridos aficionados que se acercaron a la pista para ver en vivo y en directo los entrenamientos libres (y eso que la primera sesión de Moto3 se canceló por la cantidad de agua que cayó). Si nunca has estado en un circuito, he de decirte que es un lugar de climas extremos: tan pronto te congelas, calado hasta los huesos, como te asas a fuego lento bajo un sol de justicia. Conviene siempre ir muy bien preparado con todo lo necesario.
Sinceramente, en la televisión se ve más detalle de las carreras, pero en directo lo que ves es la espectacularidad del mundial de motos. Es el lugar en donde te das cuenta de hasta qué punto los pilotos tumban (y eso que no corre Toni Elías, él sí que tumba hasta tocar con los codos…), y te puedes imaginar hasta qué punto proporcionan agarre esos neumáticos que, en realidad, casi puedes tener en tu moto de calle. Porque ver a los pilotos tumbar en seco vale, pero cuando los ves hacer casi lo mismo en mojado piensas que están hechos de otra pasta… y que tienen algo bien seguro entre la moto y el asfalto.
El viernes es un día tranquilo, relativamente, en los circuitos. Siempre pasa: se disputan las tandas libres, los pilotos trabajan, los ingenieros recogen los datos, los analizan, y la gente puede pasear tranquilamente por el paddock, a ver si consiguen una firma o una foto, siempre a la caza del piloto famoso, y sobre todo, siempre atentos por si aparece Valentino Rossi. Rossi sigue haciendo furor, y es con diferencia el piloto más vitoreado en la grada y en el paddock, y el más buscado para la foto o la firma. ¡Genio y figura!
Con esas buenas sensaciones, pero temiendo que el fin de semana terminase pasado por agua, nos dábamos una vuelta por el paddock y nos dirigíamos a la salida del circuito con algo de parsimonia: por un lado estábamos deseando quedarnos, pero por otro el viaje nos había dejado agotados y ya empezábamos a sentir las ganas de descansar a tope para poder abarcar la mayor cantidad de sábado posible.
Disfrutamos de Moto3 y Moto2 en el aperitivo de las carreras
El sábado ya es otra cosa. Por la mañana se disputan los últimos entrenamientos libres, que sirven para comprobar las sensaciones de la pista antes de la sesión clasificatoria. La incógnita era si las amenazantes nubes que decoraban el paisaje iban a dar la sorpresa (y el disgusto) a los pilotos, pero sobre todo a los ingenieros.
Si todo se planifica para seco, los reglajes y la puesta a punto es “fija”, determinada, y por supuesto los neumáticos son diferentes. Y si los neumáticos son diferentes, diferentes son las presiones, el reglaje de las suspensiones y muchas cosas más. Así que, a pesar de que sobre la lluvia los aficionados pueden disfrutar las carreras igualmente, sobre la moto es mejor que todo se mantenga seco. Primero, para poder rodar al límite; lo segundo, porque la mayor parte del trabajo se realiza en seco. Nico Terol en persona nos confirmaría más tarde, ese día, que mucho mejor que se hubiese disputado la clasificatoria en seco.
La pista se iba secando y los pilotos, cada vuelta, buscaban un poco más el límite del grip que le proporcionaban sus neumáticos. Hay que decir que a pesar de que la pista estaba seca, estaba muy fría, así que en realidad los neumáticos agarrarían bastante menos que en condiciones de sol continuo, unas condiciones que todos los pilotos y los técnicos desean porque es cuando se le puede sacar el máximo partido a los compuestos.
Cuanta más temperatura (hasta un límite), más se acomoda la goma a las irregularidades del circuito, y por tanto más agarran. Si la pista está fría, la goma se adapta, pero de forma menos elástica y hay más riesgo de traspasar los límites. Sea como sea, haga frío o calor, siempre es un placer ver a Marc Márquez en acción en pista, sobre todo por su peculiar forma de trazar las curvas. El domingo podríamos ver su agresividad y su increíble habilidad para adelantar, pero el sábado nos podíamos concentrar en su estilo impecable:
Nico Terol firmando gorras en el stand de Dunlop
A las cuatro y media, Nico Terol iba a estar firmando gorras para los aficionados en el stand de Dunlop en la zona comercial. Esa zona, en MotorLand, está bastante apartada de todo y es una pena, porque de estar más “céntrica” seguro que se habrían formado colas kilométricas. Con todo, más de 150 personas esperaban pacientemente a que Nico llegase, y cuando lo hizo, la cola empezó a engordar cada vez más. ¡Todo el mundo quería una gorra!
Nico estuvo inmenso. Sabiendo el poco tiempo de que disponen los pilotos en un fin de semana de Gran Premio, hay que elogiar la buena cara y la gran disposición que puso para acercarse a los fans. Sonriendo todo el tiempo, firmando incluso alguna bandera (¡fuera de lo previsto!), y sobre todo, lamentándose por no tener más tiempo disponible para estar más con la gente. Nico, ¡eres un grande!
Cuando todo termina, tenemos pocas ganas de salir del circuito. El sábado por la tarde suele ser un gran momento para pasear por el paddock. Hay más gente que el viernes, hay más azafatas, más técnicos, y a última hora de la tarde, si tienes suerte, ves a algún piloto. Algunos se dejan ver más que otros, como por ejemplo Jonathan Rea. Otros son más tímidos, como Dani Pedrosa, a quien pudimos ver de vuelta a su motorhome después de su arrastrón en los clasificatorios.
Marc Márquez, y en general todos los pilotos de Moto2 y Moto3 son muy abiertos. El gran Marc, de hecho, tiene la paciencia de un santo cuando es reclamado por los fans a la puerta de su motorhome. Es un momento especial para el aficionado, pero realmente es un momento de estrés para el piloto, que debe mantener su cabeza en los asuntos importantes, pero que a la vez le da gusto a los aficionados. Solo por eso, ¡chapeau!
El domingo sería un gran día de carreras, así que lo conveniente era no remolonear mucho y salir a la carretera para descansar bien. Habría que llegar mucho antes por la mañana para evitar cualquier tipo de atasco (aunque os aseguro que yendo a MotorLand nunca sufrí atascos, ni al entrar ni al salir, ¡ni siquiera el domingo por la tarde!), así que pusimos punto y final al día.