La prohibición utilizar la mayor parte el espacio aéreo europeo, establecida después de la erupción del volcán Eyjafjallajökull el 14 de abril, ha dado lugar a la cancelación de 81.000 vuelos y está llevando las compañías a perder unos 300 millones de dólares al día en ingresos perdidos, según la International Air Transport Association.
Además las consecuencias económicas de la interrupción del tráfico aéreo europeo empiezan ya a ser una realidad más allá de las pérdidas ocasionadas a las aerolíneas. Una de estas consecuencias es que BMW ha tenido que detener la producción en tres de sus fábricas debido a la falta de suministros, especialmente de componentes para los interiores y elementos eléctricos.
Mathias Schmidt, portavoz de la marca alemana ha dicho que las plantas son Dingolfing (que produce las Series 5 y 7), Munich (Serie 3) y Ratisbona (Serie 1 y Z4). Se calcula que se retrasará la producción de unos 7.000 coches, y aunque la marca intentará cumplir los plazos, un retraso en la producción de este tipo sin lugar a dudas aplazará las entregas.
El objetivo de BMW es retomar la producción el 23 de Abril, aunque evidentemente esto dependerá de como evolucione la situación y el ritmo de normalización del trafico aéreo, que por el momento, tiene como prioridad atender a los pasajeros atrapados en los aeropuertos.
Como os podéis imaginar, BMW no es la única empresa que tiene problemas con sus suministros. Ute von Vellberg, portavoz de Mercedes-Benz, ha hecho público hoy que si el espacio aéreo permanece cerrado, tendrán problemas inminentemente.
Vía | Autonews En Motorpasión | Me están dando ganas de hacerme taxista...