Pienso que todos, entre los que yo me incluyo, hemos querido alguna vez enterrar una cápsula del tiempo, metiendo nuestras cosas más representativas y esperando que pasados muchos años, alguien la desentierre. Pero claro, por lo menos en mi caso, se trataba de meter alguna revista, fotos, algún comic y poco más, nunca hasta el extremo de enterrar un coche.
Pues eso es lo que hicieron el 15 de junio de 1957 en Tusla, Oklahoma. Esta ciudad, por aquellos años, era una de las ciudades que más coches tenía por habitante, y para hacerselo saber a las gentes del futuro, la mejor cápsula de tiempo no podía ser otra que un 1957 Plymouth Belvedere Sport Coupé, un coche que significó un gran adelanto en la industria americana del automóvil. Además del coche, incluyeron 10 gallones de gasolina, un paquete de tabaco, fotos y mapas de la época y hasta cosméticos de mujer.
La fecha elegida para desenterrarlo, 50 años después. El próximo año, el 15 de junio veremos si todos los esfuerzos para enterrarlo y que se conservase como antaño han surtido efecto.