Los futuros modelos Volvo con conducción semiautónoma estarán equipados con el sistema de inteligencia artificial NVIDIA Drive Orin. Lo hará a través del llamado SoC o 'system-on-a-chip', capaz de procesar 254 billones de operaciones por segundo.
El primer modelo que equipará esta plataforma será la variante eléctrica del Volvo XC90, que llegará en 2022 sin mecánicas diésel.
Objetivo: coches 'autónomos' seguros
Volvo Cars aspira a ser el primer fabricante en utilizar NVIDIA Drive Orin en sus modelos de próxima generación, basado en la arquitectura de vehículos modulares SPA2 ('Scalable Product Architecture' por sus siglas en inglés).
Esta plataforma tendrá disponible desde el momento de la producción una función de conducción autónoma sin supervisión, llamada Highway Pilot, que se activará cuando se verifique que es segura para ubicaciones y condiciones geográficas específicas.
Según explica la firma 'sueca', el sistema funcionará junto con el software desarrollado internamente por Zenseact, la empresa de desarrollo de software de conducción autónoma de Volvo Cars, así como con sistemas de apoyo a la dirección y el frenado.
Se espera que la potencia de procesamiento de gráficos permitan mejorar conjuntos de sensores avanzados como radares, cámaras y el LIDAR de Luminar; es decir, los ojos de los coches autónomos.
NVIDIA tiene lazos con otros muchos fabricantes que buscan alcanzar niveles cada vez más altos de ayudas a la conducción, como Tesla, Daimler, Toyota, Kia o BMW. De momento, tenemos que hablar de conducción semiautónoma, pues el nivel 5 SAE aún está lejos.
En este sentido, Mercedes-Benz ha anunciado que implementará un nuevo software de NVIDIA con actualizaciones al estilo Tesla. Será a partir de 2024 cuando se incorpore en la flota de vehículos de nueva generación de la marca, y promete funcionalidades de conducción automatizadas hasta un nivel 3.
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