SandMan y el Shelby Mustang GT500

SandMan y el Shelby Mustang GT500
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Añadidos los vídeos al final del post.

El vídeo de ayer del orondo alemán estaba publicado a conciencia, porque mientras lo veíais a él probándolo, yo estaba en Sevilla probando el Shelby Mustang GT500 que vimos hace unas semanas en la revista Auto Bild.

El regalo que me hizo mi chica traía sorpresa. No se como, pero consiguió ponerse en contacto con el amigo Paco (una bellísima persona) para ir a verlo en directo y realizar unos de mis sueños, conducir un coche con la firma de Carroll Shelby. Un señor regalo en toda regla.

2007 Shelby Mustang GT500

2007 Shelby Mustang GT500

Y así es, el viernes salimos para Sevilla mi chica y yo y esa misma noche ya tuvimos el primer contacto. Paco y Fani pasaron a recogernos por el hotel y desde el momento que lo ví llegar, sabía que uno de mis sueños se estaba haciendo realidad.

Mientras esperábamos en la puerta del hotel le comenté a mi novia que lo oiríamos llegar y efectivamente, el sonido de ese V8 rugiendo es perceptible desde bastante lejos. Como bien me dijo Paco por telefono, el sonido del Shelby GT500 es exactamente igual al que se oye en el anuncio de la Autobahn. Un sonido que sólo se puede definir con una palabra, orgásmico.

Y efectivamente, ese coche es un rompecuellos en toda regla. Primero porque el empuje que tienen esos 500 CV es capaz de tirarte para atrás hasta en 4ª y también porque la gente, vayas por donde vayas, se te queda mirando con cara de pasmada. Creo que no había subido antes en un coche que despertase tanto interés.

2007 Shelby Mustang GT500

2007 Shelby Mustang GT500

Pero lo mejor aún estaba por llegar. El viernes por la noche decliné la invitación de hacer la prueba porque estaba cansado del viaje, porque era de noche, porque había bebido un par de copas y porque quería disfrutar de esa experiencia con todos los sentidos al 100%, así que quedamos para el domingo por la mañana.

A las 12 en punto del domingo allí estaba Paco con su flamante Shelby Mustang GT500 en la puerta del hotel para hacerle la sesión de fotos. Estuvimos buscando un par de localizaciones que mereciesen la pena sin un buen resultado, hasta que fuimos al parking de la Hacienda Tierra Blanca, aunque no me hubiese importado estar una hora más buscando sitio, no todos los días se conduce tras un Shelby Mustang GT500.

Y tras la sesión de fotos, el momento álgido del día, la hora de ponerme al volante. Si antes estaba enamorado de los Mustang, ahora, después de esta experiencia, quiero uno sí o sí. Da igual la forma en que lo consiga, pero algún día tendrá que ser mío.

2007 Shelby Mustang GT500

2007 Shelby Mustang GT500

2007 Shelby Mustang GT500

Primero fuimos a una carreterita medio abandonada, con buen firme, sin cruces y sin circulación. Al ponerme en el puesto del conductor, la emoción que he sentido no la podría describir con palabras, pero tras meter primera y darle rienda suelta a esos 500 CV he encontrado las palabras clave para definir esa emoción, ¡qué barbaridad!.

El empuje que tiene este coche no lo había sentido en ningún otro. La aceleración que tiene es brutal, tanto en primera, como en segunda, como en tercera, como… Y cuanto más le pisas, más te pide que le pises. Entre el sonido de su motor y que le da igual al régimen de revoluciones que vayas para tener una entrega brutal de potencia, es difícil no pisarle.

Pero justo hoy, ha dado la casualidad de habernos encontrado con tráfico, así que hemos decidido acercarnos a un polígono cercano. Allí, en una recta medianamente larga, sin cruces, con una sola entrada y sin peligro de encontrarte a nadie de cara es donde he visto el verdadero potencial de este coche.

Lástima que la recta no fuese más larga, porque el coche no paraba de pedir más y más. Creo que lo he dicho ya, pero es impresionante como acelera este coche. Una vuelta para arriba, otra para abajo, otra más… No había quién me bajase del coche.

Incluso con el control de tracción activado, como intentes salir demasiado fuerte, el latigazo que te pega al meter segunda es impresionante. Hablando de meter segunda, el cambio de marchas es muy preciso, con un recorrido mínimo, que te permite hacer los cambios fácilmente y sin apenas perder aceleración.

Lo que ha sido una pena es no tener un circuito o algo así para hacerle una prueba con curvas y en condiciones, pero es que por muchas ganas que tuviese, no es plan de ponerse a hacer el animal en carreteras abiertas, con tráfico y sin conocer ni el coche ni las carreteras. Eso quedará para una próxima vez.

2007 Shelby Mustang GT500

2007 Shelby Mustang GT500

2007 Shelby Mustang GT500

Una vez han conseguido que me fuese de allí, hemos ido a un pueblo cercano a comer (Salteras) y el coche, conduciéndolo de forma tranquila, es igual o más cómodo que cualquier otro coche. No se notan esos 500 CV en conducción tranquila. Eso sí, si le pides un poco, te va a dar mucho.

Los asientos, tapizados en cuero, son como manoplas que te envuelven, comodísimos y desde el puesto de conducción se tiene acceso a todos los mandos sin apenas tener que apartar la vista de la carretera.

El interior es el interior de un Mustang, con el salpicadero en cuero, los relojes y aireadores con adornos en aluminio de verdad y a pesar de verse un pelín soso, es un interior muy digno. Recordemos que ese coche, en los USA, vale 35.000 euros al cambio.

En la parte de atrás, los asientos también se ven bastante confortables y con espacio suficiente para dos personas adultas.

2007 Shelby Mustang GT500

2007 Shelby Mustang GT500

2007 Shelby Mustang GT500

En lo referente a los consumos, el ordenador marcaba 21,6 L/100 km, conduciéndolo por una ciudad como Sevilla, con un tráfico infernal, pero Paco me comentó que bajando de Madrid por autovía, el consumo se quedó en 13 L/100 km, que para llevar un motor V8 de 5,4 litros y 500 CV esta, en mi humilde opinión, muy, pero que muy bien.

Lo dicho, el Shelby Mustang GT500 es una pasada de coche. Voy a estar una semana soñando con el sonido de ese motor y con las sensaciones que he vivido a conduciéndolo. Me parece que hasta que no tenga el mío, no voy a encontrar otro coche que me llene tanto como lo ha hecho este.

Bueno, YouTube ya me ha aceptado los vídeos. Tenéis que perdonarme por la calidad, pero los grabé con la cámara de fotos a falta de una cámara de vídeo en condiciones, lo que se convierte en la excusa perfecta para volver otra vez a hacerle un vídeoreportaje en condiciones.

Una lástima que la recta no diese más de sí, llegabas a meter tercera sin apurar mucho las marchas, pero enseguida te tocaba frenar. Para la próxima vez habrá que buscar algo en condiciones, porque no lo dudéis, habrá una próxima vez.

Y en el último vídeo, con dedicatoria incluída, podemos ver a Paco luciéndose con el control de tracción desactivado.

Y por último, agradecer a Paco y a Fani su hospitalidad y el haberme concedido la oportunidad de hacer realidad uno de mis sueños, os debo una y muy gorda, no lo dudéis. Muchísimas gracias a los dos.

Y por supuesto, a mi chica, que podría decirle… Muchísimas gracias cariño por hacerme un regalo así, no lo olvidaré en la vida, aunque por muchos regalos que me hagas como este, tú siempre serás el mejor regalo que pueda recibir. Un beso enorme.

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