Range Rover ha sido históricamente una de las marcas con mejor reputación en el mundo del 4x4. No es para menos, porque sus coches siempre se han caracterizado por ser capaces de ofrecer unas prestaciones off road de primera y combinar estas con un nivel de lujo y refinamiento del que pocas marcas pueden hacer gala.
Con la llegada del Range Rover Sport, algunos pusieron en duda que la versión deportiva del todoterreno por excelencia mantuviese sus bondades cuando se aleja del asfalto. Por ello Range Rover ha cogido un Boeing 747, lo ha vaciado por dentro y lo ha convertido un un parque de recreo dónde el Range Rover Sport demuestra sus capacidades para sortear cualquier obstáculo que se le ponga por delante.
Lo han hecho en EEUU, y en el video grabado para la ocasión se ve cómo el Range Rover Sport es capaz de sortear pendientes muy inclinadas gracias a su amplio ángulo de ataque, cómo es capaz de hacer un cruce de ejes sin inmutarse y cómo es capaz de moverse con agilidad y dulzura atendiendo a cada uno de los movimientos de volante y pedales de su conductor.