Ambos entran en el selecto Club de los 700, ese que sólo acepta entre sus filas a los modelos que cuentan con potencias brutales. Ambos se presentan en tonos cálidos y contrastados con el negro que hacen juego con sus caracteres indómitos. Y... ya está. Hasta aquí, las coincidencias. El Lamborghini Aventador LP700-4 y el Ford GT 720 Mirage se enfrentan en un duelo que es casi cultural.
En una esquina del ring tenemos al italiano, dotado de un motor V12 que entrega 700 CV a 8.250 rpm con 690 Nm a 5.500 vueltas. En la otra esquina, un clásico de origen auténticamente américano, con un motor V8 que entrega 720 CV a 6.950 rpm y ejerce 850 Nm a 4.800 vueltas. Conceptos absolutamente diferentes para dos legiones de seguidores con gustos diametralmente opuestos.
Subid el volumen, subid...
No voy a tomar partido por ninguno de los dos, pero... es que no hay color. Bueno, sí: el naranja que le pertenece por derecho histórico. Si queréis sorprender a papá, pasadle este vídeo a modo de regalo, que seguro que os lo agradece. Y ya que estoy, aprovecho: ¡Felicidades a todos mis tocayos!
Vía | GT Spirit Vídeo | The Supercardriver