Hoy, en un nuevo capítulo de están locos estos norteamericanos, nos topamos con este Dodge Challenger de primera generación aposentado sobre el chasis de un vehículo militar y convertido en un todo terreno extremo al más puro estilo monster truck. Esta pieza única está actualmente a la venta por 29.000 dólares (unos 26.000 euros al cambio actual).
No es la primera vez que encontramos una modificación que mezcla dos universos tan americanos y a la vez tan opuestos como el de los muscle car y los monster truck: sirva de ejemplo este Chevrolet Camaro equipado con unos descomunales neumáticos de 32 pulgadas. Aunque este Challenger cambia mucho más que los zapatos y promete ser bastante más capaz fuera del asfalto...
Un Challenger a la conquista off road
Y es que, como puede leerse en su ficha del portal de compraventa Craigslist, del mítico Challenger de primera entrega únicamente mantiene la carrocería, pertinentemente restaurada y pintada en gris, que se asienta en el chasis de un vehículo militar M1009, entendemos que un Chevrolet K5 Blazer aunque no se indica, y se apoya sobre unos gigantescos neumáticos todoterreno 37/12.5 R17 BFGoodrich KM2.
Esta bestia cobra vida gracias a un propulsor V8 de 5.7 litros, siendo nuevos la mayoría de sus componentes a nivel mecánico: alternador, bomba de combustible, filtro de aire o sistema de admisión, así como su radiador de cuatro núcleos o su sistema de escape doble Flowmaster.
Por su parte, la caja de cambios es una 4L80E también nueva y lo es asimismo su diferencial central que le permite cambiar entre diferentes configuraciones: dos ruedas motrices y marchas largas, tracción integral con marchas largas y, finalmente, también total con reductora y marchas más cortas.
Con estos ingredientes, según su artífice, se desenvuelve a la perfección en carretera, ya sea en trayectos largos o cortos, aunque obviamente su hábitat predilecto está fuera del asfalto: así lo demuestra este vídeo en el que acomete una pendiente tan bacheada como resbaladiza.
El habitáculo está asimismo restaurado, siendo nuevos los paneles de las puertas o el salpicadero, así como los asientos, las alfombrillas o la palanca de cambios, de tipo QuickSilver y de la marca B&M. Tampoco faltan en la ecuación modernas tecnologías, como un sistema de audio Sony con Bluetooth, acompañado por dos amplificadores Alpine, cuatro altavoces Kenwood y un subwoofer, o cámara de visión trasera.
Todas las modificaciones a las que ha sido sometido, y que lo convierten en una rara avis única, han supuesto al bolsillo de su dueño más de 40.000 dólares, como demuestran, afirma, las facturas que lo acompañan. No obstante, su precio de venta es bastante inferior después de que aplicar una notable rebaja. ¿Necesitará el dinero para otro loco proyecto?
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