Nissan pretende colaborar con el gobierno japonés para tener fuera de las carreteras públicas a los coches tuning, por eso su deportivo máximo de la gama está limitado a 180 Km/h a menos que se encuentre en un circuito autorizado. Es más, cuando has hecho unas tandas, es obligatorio revisar el coche si quieres seguir teniendo garantía.
El preparador Amuse tiene una filosofía más aperturista al respecto, por eso desafía la violación de la garantía oficial y empieza por quitarle el limitador al coche, además de darle una inyección de esteroides. El V6 biturbo aumenta hasta los 602 CV de potencia, con un par impresionante, 774,17 Nm. Las recuperaciones tienen que ser sencillamente brutales. Puede ser el GT-R más rápido que existe.
El aumento de potencia se consigue con una reprogramación del motor y una presión más alta de soplado del turbo. Le sucede como a su antecesor, el Skyline GT-R, al que se le podían sacar muchos caballos de su motor de 6 cilindros, no salen muy exprimidos de fábrica. El sistema de escape ha sido retocado, así como la suspensión de serie firmada por Bilstein, para poder ajustar el reparto de pesos más fácilmente.
En el interior se reemplazan los asientos, así como el volante. Los componentes elegidos son Recaro y Momo, bien conocidos por los aficionados al mundillo. Estos cambios reducen el peso del coche en unos 45 Kg, y eso en la pista se nota. Vale, la modificación de Amuse haría perder la garantía al coche… ¡pero es que son 602 jacos!
Saludos para Tronxo
Vía | Autoweek
Fuente | Amuse
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