Si te preguntabas para qué demonios sirve tener un eléctrico que cuenta con una aceleración de 0 a 60 mph en 3,2 segundos, el vídeo que grabó un tipo llamado Jason Hughes te da una buena pista. Hughes aminoró la velocidad para girar hacia la izquierda con su Tesla Model S P85D, mientras un tipo armado con un Toyota Prius estuvo a un paso de empotrarlo por detrás, aparentemente porque conducía sin prestar suficiente atención.
Y, de repente... ¡aceleración!
No es nada que no supiéramos ya, pero el resultado mola. Y, además, resulta curioso que sea un simple acelerón el que salve al conductor de un buen castañazo. Ni conducción autónoma ni gaitas. Ahí donde los Autopilot y los miles de sensores no llegan, va el amigo Jason y lo borda de la manera más sencilla posible: estando al tanto de lo que le rodea, y en caso necesario pisando el pedal a fondo. Y el coche, respondiendo. Como tiene que ser.
Si quieres ver cómo se te queda la cara con un pisotón semejante, hace un par de años nos hicimos eco de estas reacciones grabadas en vídeo.
Vía | The next web
