¿Pero qué leches es esto? Como se enteren los de Greenpeace la van a liar y con razón. Justifico la existencia de los Hummer teledirigidos, y apurando, su mera existencia como coches, pero unir ambos conceptos es un completo absurdo. Ha sido obra de un profesor de la Universidad de Cranfield (Reino Unido), que se aburría mucho.
Este juguete se mueve como mínimo con un 3.7 de 245 CV, y tiene que estar a una distancia prudencial del mando para no quedarse sin señal. Tiene capacidad incluso para vadear. Ahora bien, yo me pregunto ¿qué sentido tiene esto? La hora de juego sale muy pero que muy cara, y pudiendo conducirlo, ¿para qué teledirigido?
Un vacile científico más al montón. El aburrimiento humano no tiene límites.
Saludos para Hann
Vía | CNET