La startup francesa Navya juega con los nada esperanzadores pronósticos del futuro para promocionar su primer 'robotaxi' o taxi 100 % autónomo: sin pedales, ni volante, ni conductor. Capaz de transportar hasta a seis pasajeros a una velocidad máxima de 88 km/h, será la solución a las congestionadas urbes, en las que vivirá el 70 % de la población mundial para 2050.
Los nuevos taxis de Navya se probarán en las calles de París en unas pocas semanas y saldrán a la venta en el tercer trimestre de 2018. ¿El público objetivo? Desde Uber Technologies hasta plataformas de alquiler de automóviles como Hertz y Avis Budget Group, pasando por gigantes como Volkswagen o Renault. Con un precio de partida de 250.000 euros, dudamos que al consistorio se le pase por la cabeza adquirir una flota.
No es un servicio, es un producto
Este 'robotaxi' cuenta con 10 sensores LIDAR, seis cámaras, cuatro radares, dos antenas receptoras de GNNS (Sistemas Globales de Posicionamiento) y una unidad de medición inercial, que mide e informa acerca de la velocidad, orientación y fuerzas gravitacionales de un aparato, usando una combinación de acelerómetros y giroscopios.
De formas redondeadas y robustas, el taxi es una especie de miniván que cuenta con una banda en su interior para comunicarse con los pasajeros y los peatones, que podrán hacer uso de sus servicios (en grupo o individualmente) y abrir la puerta del taxi con solo pulsar un botón en la app Navya.
La empresa también ha comenzado a pensar en cómo aprovechar la experiencia para los pasajeros. El nuevo vehículo estará equipado con una plataforma conectada que permite a los pasajeros solicitar un recorrido cultural de la ciudad, seleccionar una lista de reproducción de música o comprar entradas para diversas atracciones culturales.
From last nights’ unveiling of the #AutonomCab from @NAVYA_Group #video #robotaxi #autonomous #amobility pic.twitter.com/KkSPIKFDLg
— Peter Sorgenfrei (@psorgenfrei) 8 de noviembre de 2017
"Somos los primeros en concebir y fabricar un vehículo que está hecho para ser completamente autónomo, en lugar de adaptar un automóvil existente", dijo el presidente ejecutivo de Navya, Christophe Sapet, en una entrevista. "Queremos ser la primera compañía en ofrecer una gama completa de vehículos autónomos".
La empresa francesa está extendiendo su estrategia de diseño en vehículos y software desde cero, en un intento por presentar en mercado un vehículo completamente autónomo antes que poderosos rivales como General Motors, Alphabet e incluso el famoso fabricante de espiradoras Dayson que está bombeando 2.700 millones de dólares en el desarrollo de un automóvil eléctrico para 2020, que ni siquiera es sin conductor.
A diferencia de Waymo, que acaba de anunciar las pruebas de su propio servicio de taxi, Navya no operaría el servicio real, sino que quiere vender los taxis a los socios locales que supervisarían la red de transporte.
Navya ha evolucionado así de pequeños transbordadores a vehículos; ya hay transbordadores sin conductor de 15 plazas de la compañía en el distrito financiero de París desde julio y ha firmado varios acuerdos con empresas de transporte, como Keolis, con sede en París, y Royal Automotive Club en Australia. Un producto pensado para el fin de la propiedad privada, de la movilidad tradicional y de una realidad aplastante: a los jóvenes ya no les interesa conducir: quieren ser transportados de forma segura y cómoda al menor precio posible.