Bugatti ha pasado del "nunca" al "puede" en lo que toca al desarrollo de un segundo modelo que venga a sumarse a la familia de la marca gala, acompañando al solitario Bugatti Chiron. Y no, no estamos hablando de otro superdeportivo basado en el Chiron como ocurre con el Divo recién presentado en Pebble Beach, sino de un modelo que ocupe un segmento diferente. ¿En las quinielas? Un sedán o un SUV.
Así lo ha confirmado Stephan Winkelmann que, desde hace menos de un año, ha pasado a ser el CEO de Bugatti, tras once años en Lamborghini y otros dos al frente de Audi Sport. El ahora capitán del exclusivo fabricante galo ha asegurado en esta entrevista concedida a Car Advice que Bugatti "ya está listo para dar salida a más de un modelo".
¿Un SUV o un sedán? Lo importante es que sea rentable
No obstante, Winkelmann ha dejado claro que no será en un futuro cercano. El presidente ejecutivo ha explicado que todo depende la financiación: "tendremos que ver si podemos encontrarla", comentaba. Y es que Bugatti vive del paraguas del Grupo Volkswagen, el cual, en pos de borrar el negro capítulo del Dieselgate, se está centrando actualmente en el desarrollo de modelos eléctricos, así como en la tecnología de conducción autónoma.
En otras palabras, a Bugatti le toca esperar. De obtener luz verde por parte de Volkswagen para cumplir sus intenciones, queda por despejar la incógnita de qué tipo de coche será. Y por la cabeza de Winkelmann pasan dos ideas principalmente: o volver por sus fueros históricos y desarrollar un sedán como aquel mítico Royale nacido en 1927 o apuntarse a la moda todocamino como ya hiciera en Lamborghini con el Urus.
Y aquí es donde comienza el juego de piezas. Porque bien es cierto que si lo que se busca es rentabilidad, lo suyo sería optar por un SUV deportivo de altos vuelos que se una a este cada vez más concurrido segmento. Y es que si Aston Martin ya se está uniendo a la fiesta, como también parece que lo hará Ferrari, ¿por qué no Bugatti?
En esta línea se mueve el propio Winkelmann, que ha asegurado que "no vamos a invertir en algo que está desapareciendo", refiriéndose a la baja demanda que han experimentado en los últimos tiempos los sedán de lujo. Pero el CEO de Bugatti quiere dejar todas las puertas abiertas posibles asegurando que, volver a la senda del Royale, "resultaría muy creíble y sé que a mucha gente le gustaría".
La sombra de 16C Galibier es alargada...
Pese al intento fallido del Bugatti 16C Galibier, cuya producción al final se quedó en agua de borrajas, lo cierto es que hace unas semanas unas fotos espía que circularon por Internet mostraban lo que parecía a todas luces una berlina deportiva de cuatro puertas.
Puede que Winkelmann esté jugando al despiste, pero no sería descabellado retomar el testigo dejado por el 16C Galibier allá por 2014. Lo que sí ha querido dejar claro el CEO de Bugatti es que, sea el coche que sea, hará gala del máximo rendimiento dinámico y de una potencia propia de la firma francesa.
Esto se traduce en más de 1.000 CV, cifra que sobrepasaba el propio 16C Galibier así como el sempiterno Veyron, sustituido por el Chiron y sus 1.500 CV de entrega hace más de año y medio. Y aunque habrá que esperar a que Volkswagen diga "adelante", la llegada de un segundo mdoelo Bugatti ya está encima de la mesa. Ahora el grupo automovilístico sólo tiene que recoger el envite.
