“Pan de molde, dos cartones de leche, 200 gramos de jamón cocido, papel higiénico…Anda, un Bugatti Veyron. Si está en oferta también me lo llevo“. Esto le podría haber pasado a cualquiera de los clientes de un supermercado francés llamado Cora. Y es que durante un día entero, tuvieron un Bugatti Veyron dentro del supermercado.
No os asustéis, el Bugatti Veyron no era un producto en oferta, ni el premio de una cesta de navidad ni nada por el estilo. Simplemente se trataba de un reclamo más para atraer clientes a la gran superficie. Por ello, el Bugatti Veyron tenía que estar situado justo a la entrada del supermercado, una operación más complicada de lo que parecía.
Cuando una hora antes de que el supermercado abriese sus puertas el dueño llegó a la entrada principal montado en el Bugatti Veyron, se encontraron con un problema. El superdeportivo del Grupo Volkswagen era tan ancho, que no entraba por la puerta principal. Así que habría que buscar otra solución…
No les quedó otra que pasar por la parte trasera, por esa dónde cada noche muchos camiones llegan cargados de mercancías para surtir las estanterías del supermercado. El muelle de carga era la solución, por ahí entraría el Bugatti Veyron al interior del edificio. Pero todavía había que llevarlo hasta el hall principal.
Para ello el Veyron tuvo que moverse literalmente entre embutidos, carnes, productos del hogar e incluso algún que otro carro metálico que le miraba con envidia al pasar a su lado. Entre los lineales, el Bugatti Veyron avanzó con sigilo, sin poder dar rienda suelta ni a un 5% de los 1.001 caballos que entrega su motor.
Finalmente, y tras pasar incluso por la línea de cajas, el Bugatti Veyron llegó a su destino y estuvo expuesto durante todo el día. Muchos clientes del supermercado mostraron interés por el coche, otros incluso tuvieron la oportunidad de hacerse fotos con él.
Un reclamo más para una gran superficie en forma de cuatro ruedas, pero que en esta ocasión nos ha dejado unas imágenes de lo más curiosas.
Vía | GT Spirit
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