Como cada año por estas fechas (y muchas otras) la DGT estrena una nueva campaña de vigilancia intensiva. En este caso, la lupa del organismo que vela por nuestra seguridad en carretera se centrará en el estado general de los vehículos y su correcto mantenimiento.
Desde las típicas profundidades de los neumáticos hasta el estado de los limpia parabrisas, pasando por el estado de los sistemas de iluminación o el correcto cumplimiento con la obligación de pasar la ITV serán los puntos a los que la Guardia Civil y las policías locales y autonómicas prestarán una mayor atención.
Estado del vehículo y siniestralidad van de la mano
Según el comunicado emitido por la DGT, su preocupación reside en que de los fallecidos en carretera en 2016 conducían coches con una edad media de 12 años. Además, uno de cada cinco coches fue rechazado en la ITV, bien por cuestiones de seguridad o de emisiones.
Esta campaña comienza hoy mismo, 17 de julio, y se extenderá hasta el próximo día 23, domingo. Durante estos días los agentes de los cuerpos de seguridad tienen órdenes de controlar incluso el estado de los parabrisas y frenos de los vehículos, lo que tampoco descarta el empleo de las conocidas como ITV móviles.
La antigüedad de los vehículos está relacionada directamente con la siniestralidad según el último estudio de la DGT, en el que concluyen que el riesgo de hospitalización o muerte se multiplica por 1,6 en vehículos de 10 a 14 años y por 2,2 en los que tienen de 15 a 19 años.
Con un 5% de vehículos, o lo que es lo mismo, 1 millón de vehículos, con las ruedas sufriendo defectos graves y una gran cantidad de vehículos con alumbrado deficiente o mal utilizado, la DGT apremiará a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil a controlar estos aspectos en carretera para concienciar de la necesidad de prestar más importancia al estado de nuestro medio de transporte.
Ya de paso le echarán un ojo a las placas de matrícula, la documentación del vehículo, el permiso de circulación y hasta la pegatina de la ITV. Además, la DGT aprovecha para recordarnos su intención de aumentar la frecuencia de las inspecciones técnicas para los coches con más años o más kilómetros (no especifican cuántos), inspecciones más exhaustivas con unos mínimos obligatorios, el control de ayudas electrónicas o la lucha contra la manipulación de cuentakilómetros.
