Con el trasfondo de la Operación Semana Santa, la DGT conmemora los 50 años de su creación y de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico.
En aquellos tiempos las carreteras se llenaban de modestos cochecillos sin ninguna seguridad, cargados hasta los topes por familia y equipajes. Los coches han cambiado, así como las infraestructuras y la tecnología.
La DGT está difundiendo una campaña con el eslogan “50 años lo cambian todo, menos la seguridad que queremos para ti”. ¿A qué viene esto? A que hay cosas que nunca cambian, como la falta de irresponsabilidad, mala percepción del riesgo, falta de respeto por los demás o la conducción temeraria.
Durante estos días vamos a ver en los paneles informativos mensajes recordándonos que se circula por la derecha, que hay que usar los intermitentes, ojo a las distracciones, menos velocidad igual a menos consumo, cuidado con los motoristas, todos los pasajeros con cinturón o que mantengamos la distancia de seguridad.
Ayer mismo, circulando por la M-40, con una perfecta visibilidad que permitía leer los carteles incluso con miopía de la gorda he seguido viendo gente a más de 140 km/h, olvidándose de eso que se llama intermitente, adelantando por la derecha, etc. La DGT y la Guardia Civil tienen su parte de responsabilidad en hacer las carreteras más seguras, y los conductores también.
A la vista de que, aun viéndolo claramente en el cartel, algunos siguen haciendo lo que les da la gana, podemos llegar a una conclusión: hay una masa de conductores que a) no sabe leer o b) sólo escarmienta a base de multas y retiradas de puntos, pues por las buenas ná de ná.
Podemos exigir más educación vial, más Guardia Civil, mejores autopistas, que los médicos lleguen en menos de 20 minutos al lugar del accidente o que todos los coches tengan una seguridad excelente. Pero, además de eso, todo el que va por la carretera tiene la responsabilidad de cuidar por su integridad, por la de sus pasajeros y por supuesto, por aquellos con los que se cruza.
Si queremos llegar al objetivo de “cero víctimas”, tenemos que trabajar todos. No se reduce todo al trabajo de este organismo, que como todo poder público, tiene sus atribuciones y limitaciones de competencias. Efectivamente no pueden conducir por nosotros ni en 1959, ni en 2009 y puede que en 2059 tampoco puedan.
La sociedad ha avanzado mucho en su concienciación sobre seguridad vial en los últimos 50 años, pero todavía queda muchísimo por hacer. Los conductores españoles somos vistos por nuestros vecinos europeos como uno de los peores de toda Europa, y eso no es ningún motivo de orgullo por nuestra parte. Todos somos responsables de la seguridad en las carreteras.
De poco sirve la seguridad activa si amamos el riesgo. De poco sirven mejores carreteras si nos salimos de la vía por cansancio, exceso de velocidad o distracción. De poco sirve la asistencia médica inmediata si cuando llegan sólo hay cadáveres. De poco sirve la educación vial si no somos receptivos a ella. De poco sirven todos los avances si seguimos con mentalidad de los años 50.
Enlace | Dirección General de Tráfico
