Posiblemente tanto el Bugatti Chiron como el Porsche 911 GT3 RS son dos de las maquetas más codiciadas del catálogo de LEGO Technic. De hecho, el modelo de Stuttgart, por desgracia, ya está descatalogado, al menos en España. ¿Te imaginas a los dos sometidos a un test de choque al estilo Euro NCAP? Pues la asociación automovilística alemana ADAC, en colaboración con la revista técnica C't, lo ha hecho realidad.
Lo primero que nos viene a la cabeza es por qué han invertido tantas horas, esfuerzo y medios tanto la entidad germana como la publicación informática en este crash test con los dos modelos de LEGO Technic como protagonistas. Y es que por hipnótico que pueda resultar ver como al chocar se descomponen en un baile de miles de piezas de LEGO, tiene una razón de ser.
El objetivo era verificar cómo de precisa había sido la predicción realizada por un software desarrollado por C't en una simulación de choque entre ambos 'juguetes'. Y es que las pruebas de simulación predictiva virtuales son esenciales para el desarrollo de los automóviles, pues ayudan a abaratar costes, pero, según el ADAC, las pruebas físicas siguen siendo necesarias y han querido demostrarlo con este experimento.
Lluvia de piezas
Los expertos técnicos de C't desarrollaron un programa de simulación en el que incluyeron las dimensiones y el peso del Porsche 911 GT3 RS y el Bugatti Chiron de LEGO Technic, así como la ubicación exacta de sus miles de piezas: entre ambos suman nada menos que 6.303. Cada una de ellas fue modelada en 3D en dicho software.
Así, dicho programa predijo el daño en ambas maquetas de la famosa marca de juguetes de construcción en caso de que el GT3 RS chocara con el lateral del Bugatti Chiron. En la simulación, con un impacto a una velocidad de 60 km/h, el Bugatti de LEGO salió bastante muy parado, quedando el habitáculo prácticamente intacto. Pero la realidad fue muy distinta.
Para comprobar las predicciones realizadas en la simulación, llevaron las dos maquetas al centro técnico del ADAC, ubicado en la localidad de Landsberg en la región de Sajonia-Anhalt. Y realizaron el mismo despliegue que suelen utilizar en los test de choque reales: se dispusieron ocho cámaras, todas ellas grabando a cámara lenta hasta los 1.000 fotogramas por segundo, y se iluminó la sala con 300 lámparas halógenas de 1.000 vatios.
Dispuesto el escenario, ambos actores entraron a escena: el Porsche 911 GT3 RS se dirigió a 60 km/h hacia el Bugatti Chiron, para acabar impactando contra su lateral, con el pilar B como epicentro del choque. A diferencia de lo arrojado en las pruebas de simulación, el superdeportivo galo según LEGO quedó completamente destruido en dos partes, mientras que el habitáculo del 911 GT3 RS también quedaba destrozado: sus dos 'ocupantes' quedaron sepultados por miles de piezas y probablemente, como señala el ADAC, no habrían 'sobrevivido'.
En definitiva, los daños fueron mucho mayores de los que había pronosticado la simulación digital. "Las simulaciones en el proceso de desarrollo son absolutamente importantes porque ahorran recursos, pero nuestra prueba ha demostrado que la predicción del daño real es mucho más complicada de prever en una simulación. Por lo tanto, las pruebas reales de choque siguen siendo indispensables", explica Andreas Rigling, experto en seguridad del organismo germano.
Y mejor hacer la prueba con dos maquetas que, si bien no son baratas (el Chiron LEGO Technic cuesta 419,99 euros), son más económicas que si hubieran optado por utilizar los modelos reales: sólo el modelo galo ya cuesta 2,4 millones de euros antes de impuestos.
Fotos: ADAC
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