Estos días, mientras andábamos preparando las dos galerías de 100 fotos (1 y 2) que nos envió Javier Álvarez desde el Salón de Ginebra, yo noté que las córneas me ardían por encima del nivel normal. Lo atribuí al exceso de horas dedicadas al monitor, pero en Jalopnik me han abierto los ojos (nunca mejor dicho, y escuece): el color del Salón de Ginebra 2014 es el naranja. En todas sus variantes.
Desde el McLaren 650S, que en la nota oficial se presentó en un suave (ahora, en comparación, lo es más) azul, pasando por el Zenvo ST1, que conocíamos en blanco, el interior del Hyundai Intrado, que es como para evitar dormirse al volante (y dormir en un año, en general), el Bentley Continental GT Speed en su versión cabrio (que hay que reconocer que no le sienta mal), el Toyota Aygo (un poco más oscurito) y el Honda Civic Type R (yo ahí lo veo naranja, y más después de tanta foto), podríamos proponer que el próximo Salón de Ginebra se celebrase en la Albufera degustando buenos zumos.
Al primero que me diga que el Type R no es naranja sino bermellón, o me intente convencer de que el Aygo luce color geranio, lo mando a Trendencias con un lacito bien mono y con billete sólo de ida.
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