A día de hoy 17,9 millones de vehículos diésel circulan por nuestras carreteras frente a los 13,6 alimentados por gasolina: son los más numerosos porque los modelos de gasóleo han gozado de una gran popularidad en la última década, tanto en Europa como en nuestro país. Pero tras el escándalo de las emisiones de Volkswagen hemos pasado del 'diéselo' al gasóleo es el mal... ¿A qué se enfrentan hoy, y a qué se van a enfrentar mañana, los propietarios de un coche diésel en España?
Subida del precio del diésel: más impuestos
Esta primavera, la Unión Europea daba un toque a España por la baja fiscalidad que rige los combustibles fósiles en nuestro país, en concreto, que los modelos diésel contaran con un gravemen más reducido en comparación con el de gasolina. Así, una de las primeras propuestas del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez pasa por una subida impositiva de los hidrocarburos, que se traducirá en equiparar el impuesto del gasóleo al de la gasolina.
El Ejecutivo había previsto que este incremento fiscal se hiciese efectivo a partir de enero de 2019, pero, finalmente, se retrasará al no encontrar consenso con el resto de grupos parlamentarios. No obstante, esta subida "puede implantarse en cualquier momento", ha adelantado el grupo socialista.
Aún sin fecha de llegada, lo que sí sabemos es cómo se plantea realizar esta subida: el PSOE ha anunciado que se incrementará el precio del gasóleo en hasta 9,55 céntimos por litro. De esta manera, el diésel contará con un valor impositivo idéntico al de la gasolina, pasando de los actuales 30,70 céntimos a los 40,25 céntimos.
¿Cómo será la subida? ¿Cuánto supondrá para el bolsillo del conductor?
El Ejecutivo prevé incrementar el gravamen al gasóleo de forma escalonada, elevando su precio entre dos y tres céntimos en un primer momento, para ir subiéndolo paulatinamente hasta llegar a esos casi 10 céntimos anunciados.
Además, el incremento impositivo tendrá letra pequeña. Aunque por el momento no se ha definido por completo, el Gobierno socialista pretende hacer excepciones: se contempla que no afecte a los autónomos, en concreto a transportistas y agricultores.
Este incremento en el gravemen del gasóleo, una vez haya llegado a ese máximo de 9,55 céntimos se traducirá en 5 euros adicionales cada vez que los conductores llenen el depósito.
Restricciones al tráfico, ¿cómo afectan a los coches diésel?
En pos de hacer más respirable el aire en las grandes ciudades, las dos principales capitales de nuestro país ya han puesto en marcha protocolos de actuación en episodios de elevada contaminación y, de nuevo, se ha puesto al diésel en el punto de mira.
Tanto en Madrid como en Barcelona, las restricciones circulatorias se basan en el etiquetado medioambiental de la DGT: en el caso de la Ciudad Condal, ya opera desde diciembre de 2017, mientras que en Madrid se espera que comience a hacerlo a partir de este mes noviembre, una vez entre en vigor el nuevo protocolo anticontaminación diseñado por el Ayuntamiento.
El etiquetado medioambiental, nacido del Plan nacional de calidad del aire, tipifica los vehículos según su nivel de emisiones. Los considerados como más contaminantes son los que carecen de etiqueta y aquí encontramos una mayor severidad de cara a los coches de gasóleo, que se repite en los tramos B (diésel Euro 4 y 5 o gasolina Euro 3) y C (diésel Euro 6 o gasolina Euro 4, 5 y 6).
Tráfico considera que no deben contar con etiqueta ni los gasolina anteriores al año 2000, es decir, todos los anteriores a la normativa Euro III, ni los diésel que no cumplan con la normativa Euro 4, lo que se traduce en los vehículos de gasóleo anteriores a 2005.
Las limitaciones de Madrid
El Ayuntamiento de Madrid presentó en mayo de 2018 un borrador que pretende convertirse en el nuevo plan de actuación en picos de alta contaminación. El nuevo protocolo se eleva a cinco escenarios en vez de cuatro, contempla restricciones en toda la ciudad (no sólo en el centro como hasta ahora) y, además, se activará antes, ya que se tendrán en cuenta las mediciones de la estaciones de toda la urbe y no, como ocurre a día de hoy, cuando tres estaciones de una misma zona superen los límites.
Así, de entrar en vigor finalmente este próximo mes de noviembre, todos los vehículos diésel Euro 3 o anterior, es decir, todos aquellos fabricados antes del año de 2005, tendrán restringido el acceso a la capital a partir de los siguientes escenarios:
Escenario 2: prohibición de circular por la M-30 y la almendra central (zona de la capital delimitada por la circunvalación M-30.
Escenario 3: prohibición de circular en toda la ciudad, restricción que se repite en los Escenarios 4, 5 y 6.
De igual manera, los vehículos de gasóleo calificados como Euro 4 y Euro 5, producidos a partir de 2005 y 2009 respectivamente, también encontrarán limitaciones a partir del Escenario 4, no pudiendo acceder ni a la M-30 ni a la almendra central.
A ello se suma, aunque de forma generalizada a todos aquellos coches que no dispongan de las etiquetas Cero y Eco, la imposibilidad de acceder a lo que se conoce 'Madrid Central', proyecto que se pondrá en marcha también en noviembre y que se delimita en este área del distrito centro:
Además de los modelos menos contaminantes, encontramos también excepciones. Sí podrán circular estos vehículos con independencia de su etiqueta medioambiental:
- Vehículos de personas con movilidad reducida.
- Servicios públicos esenciales, Policía Municipal, Agentes de Movilidad, grúa municipal.
- Servicios sanitarios y de emergencias, incluidos los que llevan a cabo la entrega de medicamentos a centros sanitarios y farmacias.
- Taxis.
- Vehículos de arrendamiento con conductor (VTC) con servicio previamente contratado en la zona.
- Los vehículos que presten servicios y suministros a la zona (repartidores).
- Los vehículos que accedan a aparcamientos de rotación, siempre que dispongan de distintivo medioambiental.
Las limitaciones de Barcelona
Por su parte, a partir de diciembre de 2017, se puso en marcha en Barcelona y alrededores un plan de restricción para los vehículos más contaminantes también basado en el etiquetado ambiental. En episodios de alta contaminación, todos los vehículos sin etiqueta medioambiental, recordemos que en el caso del diésel son todos los tipificados como Euro 3 o inferior, tienen prohibido el acceso a la Zona de bajas emisiones del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que corresponde a:
Toda Barcelona capital (excluyendo los barrios de Collserola, la zona industrial de la Zona Franca y las mismas rondas),
Todos los barrios de los municipios de L’Hospitalet de Llobregat (el segundo más poblado de Cataluña) y de Sant Adrià de Besòs.
Los barrios que se encuentren en el perímetro de las rondas de las localidades de Cornellà y Esplugues de Llobregat.
Estas restricciones se establecen, siempre y cuando se mantenga el pico de contaminación, de lunes a viernes entre las 7:00 y las 20:00, por lo que los mencionados vehículos sí pueden circular por la noche, así como los fines de semana y los días festivos.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Barcelona prevé endurecer las limitaciones en los próximos años: a partir de 2020 pretende prohibir la circulación de forma permanente a todos los vehículos sin etiquetado dentro de los municipios del mencionado AMB, correspondiente a la Zona de bajas emisiones.
Al igual que ocurre en Madrid, en la Ciudad Condal también se han establecido excepciones, pudiendo circular libremente, de forma independiente a su etiquetado y con carácter permanente:
- Vehículos de personas con movilidad reducida.
- Servicios públicos esenciales, Policía Municipal, Agentes de Movilidad, grúa municipal.
- Servicios sanitarios y de emergencias (ambulancias, bomberos), así como los servicios médico y funerarios.
Asimismo, han quedado exentos, por el momento, las furgonetas, los camiones, los autocares y los autobuses tipificados como Euro 1, Euro 2 y Euro 3. Como vemos, la capital catalana no ha hace excepción con taxis y vehículos con licencia VTC como ocurre en Madrid. En contrapartida, el gobierno barcelonés ha asegurado que lo compensará con planes de ayuda para la renovación de flotas en lo que toca modelos de mecánicas alternativas, ya sean híbridos, eléctricos, híbridos enchufables o de gas natural o GLP.
Más restricciones: no a los coches diésel en Baleares a partir de 2025
Las limitaciones en las dos principales capitales de España se enmarcan dentro de episodios de elevada polución, una medida menos estricta si lo comparamos con otras ciudades europeas, principalmente en Alemania, donde se ha prohibido, o se prohibirá de forma inminente, la circulación a los coches diésel más antiguos en algunas calles de ciudades como es el caso de Frankfurt, Hamburgo o Stuttgart.
No obstante, en España el veto al diésel está en los planes de algunas regiones, como es el caso de las Islas Baleares. Enmarcado dentro del anteproyecto de la 'Ley del Cambio Climático y Transición Energética', el archipiélago pretende prohibir la venta de coches diésel a partir de 2025, mientras que la gasolina recibirá el veto diez años después, en 2035. La intención del gobierno balear es que, en 2050, todos los coches que circulen por cada una de las tres islas sean eléctricos.
Sin embargo, la administración ha adelantado que, de ver finalmente la luz el proyecto, no afectará a los vehículos diésel que se adquieran antes de esa fecha, pudiendo circular libremente. A estos planes o restricciones podrían sumarse otras urbes españolas, no en vano es evidente que el temor al diésel ha llegado para quedarse.