Las flotas son los principales clientes de los vehículos 100% eléctricos, no es ningún secreto y no deja de ser algo lógico. Por una parte los costes de mantenimiento son menores (al menos sobre el papel) y por otro el coste en combustible es mucho más reducido (y aquí sí que no hay dudas).
Pero lógicamente los eléctricos no valen para cualquier flota, deben ser vehículos que recorran pocos kilómetros al día para que puedan valerse con su todavía reducida autonomía. Está bien que las flotas apuesten por estos coches, sirven de banco de pruebas real para seguir evolucionando y que lleguemos a futuros coches eléctricos perfectamente válidos para cualquier uso.
La última noticia que nos llega es que Correos incluye en su flota 25 unidades del Renault Kangoo Z.E. que se repartirán por Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. Estos coches empezarán a rodar de forma inminente.
Este tipo de iniciativas deberían ampliarse a más compañías, tanto en coches como en motos. De esta forma se reducirían las emisiones contaminantes vertidas a la atmósfera de los vehículos que más se mueven. Recordemos que hay muchos coches particulares que sólo se utilizan los fines de semana. Si las flotas de coches, furgonetas, autobuses y camiones se pasasen a energías limpias, significaría una gran reducción del impacto medioambiental del tráfico rodado.
Eso unido a unas restricciones de emisiones más estrictas y reales a fábricas, calefacciones, etc. podrían quizá y sólo quizá, significar un descenso en el ataque directo que sufre el automóvil por el tema de las emisiones. Aunque pondremos esto en duda porque es más fácil centrar el tiro en los que se sabe que sí pagan lo que se les exige.
