La batalla de los ocho nietos de Louis Renault contra el Gobierno de Francia sigue adelante. Pongámonos en antecedentes, el industrial francés sufrió la expropiación de su empresa en 1944 por colaborar con los nazis, pero después de que muriese en prisión en circunstancias aún no aclaradas.
Sus nietos exigen una compensación al Gobierno francés, que se quedó con toda la compañía y la empezó a privatizar hace varios años, aunque aún son accionistas del gigante motorístico. Según su demanda, no se pudo haber expropiado nada a un muerto, y piensan que no es constitucional.
El Tribunal de Gran Instancia de París se ha declarado incompetente, es decir, que no va a hacer nada. Obviamente, los herederos de Renault van a presentar un recurso para seguir con su lucha. Según los herederos, lo que buscan es una reparación más moral que económica, aunque seguramente lo segundo no sea nada despreciable.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Francia quedó dividida en dos partes, la Francia ocupada y el Régimen de Vichy. En los países que fue ocupando el III Reich, la capacidad productiva se puso al servicio de la maquinaria bélica alemana. Renault dejó de producir automóviles, como los fabricantes alemanes.
Sus fábricas se encargaron del mantenimiento de unidades mecanizadas y de la producción de camiones. Tras la liberación por parte de Estados Unidos, vinieron las críticas. No sirvió de nada el leal servicio que Renault prestó en la Primera Guerra Mundial a su país, y su nombre sigue sin estar rehabilitado oficialmente.
Fuente | El País
En Motorpasión | Los descendientes de Louis Renault siguen su lucha contra el Gobierno de Francia