Probamos el Mercedes-Benz Clase B 2019: más tecnológico y dinámico que otros monovolúmenes compactos
El nuevo Mercedes-Benz Clase B llega para seguir siendo una opción muy a tener en cuenta para quien quiera un monovolumen compacto Premium. Ahora es mucho más ágil que antes, se beneficia de las novedades mecánicas de la Clase A y a nivel tecnológico el salto ha sido de gigante. Lo hemos conducido y esto es lo que nos ha parecido.
Desde que se presentó el primer Mercedes Clase A en el año 1997, se han vendido en todo el mundo 6 millones de Mercedes compactos, de los cuales 1,5 millones corresponden al Clase B, el modelo que hoy nos ocupa.
Podríamos definirlo como la versión monovolúmen del compacto Clase A que conocimos ya hace unos cuantos meses. Ambos comparten plataforma y la mayor parte de sus elementos estructurales.
Medidas
El nuevo Mercedes Clase B es más largo (+26 mm), más ancho (+10 mm) y más bajo (-4 mm) que su antecesor, pero tal vez el dato más a tener en cuenta es el aumento de la batalla (distancia entre ejes) en 30 milímetros.
Este aumento general de tamaño, redunda en que el interior sea notablemente más amplio que el de su predecesor, eso sí a costa de perder algo de maletero, ya que en el actual se queda en 455 litros frente a los 488 litros de la anterior generación. La solución a este problema llegará a mediados del próximo año con la opción de mover longitudinalmente 14 centímetros la banqueta trasera para que el volumen de carga sea variable entre 455 y 705 litros.
Visulamente el nuevo Mercedes Clase B no es un coche que emocione, ni pretende serlo. A pesar de que lo llaman Sport Tourer, no transmite la deportividad que sí consigue irradiar el Clase A, más bajo y compacto que este monovolumen.
A nivel de diseño, lo más destacado es la adopción de las mismas ópticas que estrenó el Clase A recientemente. La carrocería sigue luciendo unas formas más tradicionales, con una carrocería que se eleva a nivel del habitáculo y que tiene claramente más altura que la de un Clase A.
Alucinado con el navegador con realidad aumentada
Nada más llegar a Mallorca, una caravana de Clase B nos esperaba a la puerta del aeropuerto. Cogimos uno y salimos a la ruta, utilizando para ello la programación grabada en el navegador que se proyectaba, en este caso, sobre una pantalla de 10,25 pulgadas.
La unidad que probábamos llevaba la configuración más alta del cuadro de instrumentos, completamente digital en este caso. El básico está formado por dos pantallas de 7 pulgadas, el intermedio cuenta con una de 7 pulgadas y otra de 10,25 pulgadas, y el tope de gama como este, con dos pantallas de 10,25 pulgadas.
No había tenido ocasión de probar el nuevo Clase A de Mercedes, y lo primero que me llamó la atención fue el funcionamiento del sistema de navegación con realidad aumentada. Éste, además de mostrar el clásico mapa en la parte izquierda de la zona central de la pantalla, se combina con una imagen real del tráfico que nos precede, tomada desde el parabrisas delantero.
El coche va dibujando indicaciones como flechas con los nombres de las calles hacia las que debemos dirigirnos para completar la ruta, y las va adaptando al movimiento del propio coche, haciendo que una vez que has superado el inevitable asombro inicial, sea muy práctico, claro y sencillo seguir una ruta.
Además de las indicaciones, el sistema va mostrando en tiempo real la numeración de la calle por la que circulamos, haciendo que sea infinitamente más claro y sencillo saber en qué punto de la calle estamos, si lo comparamos con otros navegadores.
Todo este desarrollo se llevó a cabo por Mercedes gracias a la compra de Here, la división de mapas de Nokia hace algunos años. Según nos dijeron, las posibilidades de un navegador de este tipo son infinitas, pero para sacarle el máximo partido deberás convivir con el coche durante unos cuantos días o semanas.
Por otro lado, la calidad percibida y al tacto del interior del Mercedes Clase B está a un nivel muy superior al habitual en coches de este segmento. La combinación de esa doble pantalla de 10,25, unido a unas salidas de aire con un diseño muy acertado y a una calidad de los acabados de primera, hacen que el Clase B sea un auténtico referente en este sentido.
Al volante del B200 de gasolina
De los cinco motores que estarán disponibles desde el momento de su lanzamiento, estábamos conduciendo el B200, que monta un motor de 1.3 litros, capaz de desarrollar 163 CV y 250 Nm mientras mantiene un consumo de entre 5,4 y 5,6 l/100 km.
El motor destaca por su equilibrio entre baja sonoridad y prestaciones dignas para un coche de ese tamaño y potencia. El motor se combina con la caja de cambios 7G-DCT, y tienen un comportamiento bastante bueno, destacando por la suavidad en las transiciones entre una marcha y la otra.
Además se da la circunstancia de que el motor ya cumple con la normativa Euro 6d, que solo es obligatoria a partir del año 2020. Los consumos que marca el ordenador de abordo, es de 6,9 l/100 km.
El tacto del chasis es bueno, y transmite mucha más agilidad de la que esperaba. La dirección es muy directa, y por fin transmite sensaciones a quien lo conduce, ya que no está tan filtrada como en su antecesor.
Lo que más me gustó, además claro está de la baja rumorosidad que redunda en un confort de marcha único, fue el confort de marcha que ofrece. Es el típico coche en el que no te importaría tener que ir de punta a punta del país.
El mando Dynamic Select permite elegir entre diferentes modos de conducción, incluído uno llamado Individual que permite mezclar diferentes niveles en los parámetros de dirección, motor, amortiguación, etc.
Algunos asistentes demasiado intrusivos
Otra de las novedades del nuevo Mercedes Clase B son los infinitos asistentes a la conducción de los que dispone. Puede, por ejemplo, ir adaptando la velocidad de crucero a los límites marcados por las señales de la carretera, o automáticamente al detectar en el navegador que nos acercamos a un tramo urbano, adaptarlo a los 50 km/h de velocidad máxima permitida.
También ayuda a hacer los adelantamientos analizando el tráfico por delante y por detrás e interviniendo de forma positiva para que la maniobra sea lo más sencilla posible para el conductor.
Pero también cuenta con otros sistemas, como el asistente de cambio involuntario de carril, cuyo tacto y funcionamiento no me convenció. El sistema detecta cuando te acercas a una línea continua, ya sea la de delimitación exterior del carril o cualquier otra, y en caso de que vayas a sobrepasarla llega a reconducir el vehículo mediante una intervención asimétrica en los frenos que se convierte en un susto y en un latigazo bastante pronunciado para los ocupantes.
Hemos probado otro tipo de sistemas por el estilo, que también intervienen en frenos y dirección para asegurar que el conductor sigue en la trayectoria adecuada, pero nunca uno tan agresivo. Por suerte, este sistema se puede desconectar facilmente.
Precios pendientes para España
El nuevo Mercedes-Benz Clase B se comenzará a comercializar en España el próximo 3 de diciembre, y tal vez haya que esperar hasta entonces para conocer su precio. De lo que no cabe duda, es que el Clase B ahora es un coche infinitamente más tecnológico que antes y que se beneficia de todos los avances a nivel de chasis y dinámicos del Clase A para seguir siendo una opción a tener en cuenta entre los que busquen un monovolumen compacto Premium.